En el año 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó
el Informe Mundial sobre la Discapacidad, en el que se señala que a nivel
mundial existe un 15% de personas con discapacidad, es decir más de 1.000
millones de personas! La discapacidad NO EXCLUYE, no discrimina condición socio
económica, creencia religiosa, género, edad, etnia o ideología política. No
escapa a tiempo, espacio o lugar, y puede presentarse en cualquier momento y
etapa de la vida. Las personas con Necesidades Educativas Especiales han vivido a
través de los tiempos, experiencias negativas al ver restringidas las
posibilidades de acceso a su desarrollo, por falta de conocimiento y apoyo.
Esta conducta social es contraria a los intereses de las personas con
discapacidad, ya que se viola su derecho e impide su crecimiento. La inclusión
educativa implica una actitud y un compromiso con un proceso de mejora
permanente, un proceso que garantice el aprendizaje y la participación de todos
los estudiantes. La sensibilización es una actividad que forma parte de la
cultura inclusiva y promueve la creación de actitudes positivas de respeto,
solidaridad, valoración y tolerancia frente a la discapacidad, y esto ayudará a
fomentar la convivencia, a desarrollar la empatía y favorecerá la aceptación de
las personas con discapacidad. De ahí la importancia de un programa de sensibilización que
involucre a toda la comunidad educativa y que contemple una guía de lenguaje
positivo y comunicación incluyente con el fin de unificar conceptos, entender y
apoyar a las personas con discapacidad.