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sábado, 29 de abril de 2017

El Calabacin

 
Un grupo de generales japoneses se entretenían antes de una gran batalla, con una competencia de aromas de incienso. Cada competidor donó un premio a los ganadores: flechas, arcos, monturas y otros elementos que un guerrero pudiera desear. El gran samurái Masamune pasó por allí y fue invitado a participar. Como premio, ofreció el calabacín que colgaba de su cinturón; todos se echaron a reír, porque nadie quería ganar semejante baratija. Al fin uno de los sirvientes acepto la calabaza. Cuando el grupo se dispersó y los generales se quedaron conversando delante de la carpa, Masamune tomo su magnífico caballo y se lo dio al sirviente. “Aquí tienes –le dijo-. De la calabaza salió un caballo”. Los atónitos generales quedaron boquiabiertos…