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domingo, 25 de junio de 2017

Almas gemelas


Alguien dijo que Dios creo un TODO y lo lleno de vida; luego lo dividió en dos seres diferentes que evolucionaron a través de vidas separadas: “Las almas gemelas”. Hasta que un día se encuentran y al verse sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Su encuentro ha sido planeado antes incluso, de que sus cuerpos se hayan visto por lo que no necesitan mucho tiempo para conocerse. ¡Su atracción no es solo física o sexual! La ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Saben que deben estar juntos y que ha valido la pena esperar… porque sus experiencias pasadas han sido la preparación para el reencuentro. ¿Qué cosa más grande, decía Cicerón, que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo? Esa alma gemela que llega a tu vida silenciosamente, cuestiona tus convicciones, cambia tu cotidianeidad, marca un antes y un después en tu vida. Una alma gemela no es el ser humano que siempre idealizaste como tampoco encaja perfectamente contigo. Los budistas dicen que: “Si conoces a alguien y tu corazón late con fuerza, tus manos tiemblan y tus rodillas se vuelven débiles, no es la persona indicada. Cuando conoces a tu alma gemela, sientes calma, nada de ansiedad, nada de agitación.” Es un espejo que te hace volver la mirada hacia adentro y saca lo mejor de ti. Es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida. Estará orgullosa de tus logros pero te dirá la verdad cuando te equivoques, pero aun así te seguirá amando a pesar de tus fallas. Si ya la encontraste, nunca permitas que se aleje de tu vida…