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jueves, 29 de junio de 2017

Quietud


La quietud es a veces la actividad más productiva. Y donde reina la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones. Tus mejores momentos no serán los más ruidosos, sino tus horas de quietud. Cuando hay calma en tu interior… la adversidad solo es parte del paisaje. A veces hay que sumergirse profundamente en sí mismo para alcanzar las alturas. Permitir que el silencio nos lleve al centro de la vida y la quietud nos revele los secretos de la eternidad. Cuando reconoces la santidad, la belleza, la increíble quietud y dignidad en las que una flor o un árbol existen, tú añades algo a esa flor o a ese árbol. La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas. Reposa en la quietud. A veces, necesitamos estar solos para reflexionar sobre la vida. Tómate tiempo para cuidar de ti mismo. Piensa en ti. La serenidad; no consiste en la ausencia de tormentas sin en hallar la paz aun en medio de ella. Nunca estés de prisa, haz todo en silencio con un espíritu en calma. No pierdas tu paz interior por nada, aunque todo tu mundo este revuelto. Amado Nervo decía que: “Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día; la paz sin la cual el mismo pan es amargo”.