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miércoles, 12 de julio de 2017

Ante decisiones dificiles


Nehemías rompió a llorar cuando escuchó que el muro de Jerusalén seguía en ruinas. ¿Por qué? Los muros significan muy poco en la mayoría de las ciudades de la actualidad, pero en los días de Nehemías eran esenciales. Ofrecían seguridad ante los ataques y simbolizaban poder y paz. Nehemías estaba muy afligido por la condición de Jerusalén, pero no lo dejó así. Después de su pena inicial, volcó su corazón en Dios y buscó la forma de mejorar la situación. Ayunó y oró por varios días, expresando su tristeza por el pecado de Israel y su deseo de que reviviera en Jerusalén la adoración al único Dios verdadero. En la oración de Nehemías vemos estos elementos de la oración eficaz: (1) Alabanza, (2) acción de gracias, (3) arrepentimiento, (4) petición y (5) compromiso. Al final de su oración, Nehemías ya sabía que acciones debía tomar. Cuando el pueblo de Dios ora, las decisiones difíciles se ubican en la perspectiva adecuada y se pueden tomar las medidas adecuadas. Nehemías oró por buen éxito en su empresa y no sólo por fortaleza para soportar los problemas. Sin embargo su petición no tenía como objetivo obtener beneficio personal, jerarquía o fama. Pidió éxito para la obra de Dios. Cuando los propósitos de Dios están en juego, no dude en pedir éxito. “Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo,... concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón...” Nehemías 1: 11