Un empleado con veinte años de antigüedad, enojado, cansado del trabajo y con odio hacia
un empleado de un año, increpó a su jefe con la siguiente pregunta: -¿Jefe, por
qué el nuevo cobra el doble que yo, que desde hace veinte años pertenezco a la
empresa? -¿Quieres saber porque el nuevo empleado cobra el doble que tú?-,
preguntó retórico el jefe. Voy a hacerte una propuesta y si la llevas a cabo
con eficiencia, voy a aumentarte el sueldo, es más, voy a pagarte lo mismo que
a mi nuevo empleado. Ve a la verdulería de la otra cuadra y compra una naranja
para cada uno de mis empleados y dime cuanto gastaste. El viejo empleado salio
diligentemente a comprar las naranjas y para su sorpresa no había naranjas.
Entonces, regresó a la fábrica y le dijo al jefe: -Jefe, no hay naranjas. -Esta
bien-, dijo el jefe. Ahora voy a enviar al nuevo a hacer la misma tarea que tú
y veremos el resultado. Vino el nuevo a donde estaba el jefe y salió a comprar
las naranjas para el jefe. Luego de una hora regresó a la fábrica y le dijo al
jefe, en tanto el viejo empleado miraba atónito. -Jefe, dijo el nuevo empleado,
no había naranjas, pero al estar ante tanta variedad de frutas, me di cuenta
que el kiwi también tiene vitamina c, por lo tanto traje un kiwi para cada uno
de los empleados ya que el verdulero al ver el tamaño de mi compra me hizo un
descuento del diez por ciento y como si esto fuera poco me regaló unas bananas,
las cuales, por supuesto, tienen potasio y también son buenas para la salud… El
jefe le dijo gracias por el mandado al nuevo empleado y al quedarse solo con el
antiguo empleado, dijo: -Por esto que has visto el nuevo empleado gana el doble
que tú…