La Internet es mi pastor, todo me faltará.
En delicados tiempos perdidos me hará descansar;
me desviará de la fe; destruirá mi alma.
Me guiará por sendas de sexo y materialismo por amor a los
patrocinadores.
Aunque ande en valle de sombra de mis responsabilidades
cristianas, no temeré interrupción alguna porque la internet está conmigo.
Sus redes sociales y sus páginas web me infundirán aliento.
Aderezas imágenes y videos delante de mí en presencia de mi
mundanalidad.
Unges mi cabeza con lujuria y violencia; mi malicia está
rebosando.
Ciertamente el peligro y la ignorancia me guiarán todos los días
de mi vida;
y en la “nube” de la internet moraré por largos días.