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martes, 25 de julio de 2017

La tortuga y la liebre I


Una tortuga y una liebre, siempre discutían sobre quién era más rápida. Para terminar con la discusión, decidieron hacer una carrera.  Eligieron una ruta y comenzaron a correr. La liebre salió a toda velocidad y corrió enérgicamente durante un buen rato. Luego, al ver que  había sacado muchísima ventaja, decidió sentarse debajo de un árbol para descansar unos momentos, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha, pero se quedó dormida. La tortuga, que andaba con paso lento pero constante, la alcanzó, la superó y terminó siendo la ganadora indiscutible de la carrera. Moraleja: "Los lentos, pero constantes y perseverantes, también ganan la carrera". La historia no termina aquí...
La liebre, decepcionada por haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció su grave error al subestimar a la tortuga. Se dio cuenta de que por presumida y descuidada había perdido la carrera. Si no hubiese subestimado a su oponente, nunca la hubiera podido vencer. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió sin descanso desde el principio hasta el fin y su triunfo fue contundente. Moraleja: "Los rápidos y tenaces vencen a los constantes y perseverantes". La historia tampoco termina aquí...