Vuelvo otra vez decepcionado con un corazón cargado lleno de
angustia y dolor.
Vengo desde aquel viejo camino, donde un día sin motivo mi hijo
muy lejos se marchó.
Lo he buscado cada amanecer desde el día en que se fue.
Voy ahí pensando que pasa lentamente tantos días y no veo todavía su
rostro acercándose hacia mí.
Yo pienso que quizás habrá olvidado, que es aún es mi hijo amado,
mi amor por él no tiene fin.
Es por eso que al amanecer yo regreso aquel lugar cada vez
pensando que…
Quizás hoy será el día que regrese, quizás hoy podré su rostro
acariciar y decirle que le amo como siempre.
Y que a pesar de todo sigo siendo igual
Oh… si es así el amor de un padre para su hijo cuanto más aquel
del padre celestial.
Que a pesar de nuestras faltas y nuestras rebeliones Él nos sigue
amando cada día más.
Quizás hoy verá que aun yo soy su padre, que en mi casa hay morada
para él.
En mi corazón no existe el pasado, solo quiero que regrese otra
vez.