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martes, 11 de julio de 2017

Un diàlogo que cambia vidas


Dios está por destruir Sodoma en un estallido drástico de juicio (Génesis 18). La perversión de esa pequeña ciudad es como un desafío que atraviesa el universo de Dios, pero él le asegura a Abraham que es necesario que lo ponga al tanto de la situación, como condición previa a ejecutar su justicia. ¿Por qué se molestaría Dios en confidenciarse con Abraham? El Señor de las galaxias, el Creador de la vida y de todo cuanto existe, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Inescrutable, el Juez de ángeles, demonios y seres humanos ¡Se toma el trabajo de explicarle a un individuo lo que está por hacer! Dios conocía a Abraham. Sabía que gobernaba su casa en obediencia a Dios. Sabía que Abraham educaría correctamente a sus hijos. “Porque yo sé” dice el Señor, lo conozco y lo he elegido para que sea mi amigo, mi colaborador, para que ocupe un papel importante en mis proyectos y que comparta plenamente conmigo todos los planes en los que él tendrá parte. Esa misma relación quiere Dios tener con usted. Una criatura salida de sus manos, un pecador que él ha redimido. La finalidad de la oración es compartir con Dios el análisis de asuntos que son de importancia para él. ¡Dios nos ha escogido para integrar una mesa directiva celestial, para deliberar con él acerca de asuntos que afectan el destino!!!