Existe una relación significativa entre la bendición y la
matemática de Dios. La matemática de Dios no es como la nuestra, ya que para Él
poco es mucho, y eso lo puedes descubrir en los evangelios cuando Jesús con
sólo cinco peces alimentó a cinco mil personas (Mateo 14: 13 – 21). Y nada es
todo; si lees el libro de Génesis notarás que de la nada, de lo que no se veía,
el Señor hizo todo lo que se ve. Así que según las matemáticas de Dios ¡Poco es
mucho y nada es todo! ¡Qué matemática la de Dios! La matemática humana dice, a
través de la propiedad de absorción del producto (válida para todos los números
reales), que todo número multiplicado por cero (0) es igual a cero. ¡Pero la
matemática de Dios dice lo contrario! Isaías 40:29 dice que: “Él multiplica las
fuerzas al que no tiene ninguna”. Aun la gente más fuerte se cansa por
momentos, pero el poder y la fuerza de Dios nunca disminuyen. Nunca está
demasiado cansado ni ocupado para ayudarnos o escucharnos. Su fuerza es nuestra
fuente de fortaleza. Cuando sienta que todo en la vida lo aplasta y no pueda
dar un paso más, recuerde que puede clamar a Dios para que recargue sus
baterías aunque estén en “cero”.