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martes, 15 de agosto de 2017

Viajeros


Un viajero que se aproximaba a una gran ciudad le preguntó a una mujer que se encontraba a la vera del camino:
— ¿Cómo es la gente de esta ciudad?
— ¿Cómo era la gente del lugar de dónde vienes? —le
inquirió ella a su vez.
—Terrible —respondió el viajero—. Mezquina. No se
puede confiar en ella. Detestable en todos los sentidos.
— ¡Ah!, —exclamó la mujer—. Encontrarás lo mismo en la ciudad adonde te diriges.
Apenas había partido el primer viajero cuando otro se
detuvo y también preguntó acerca de la gente que habitaba en la ciudad cercana. De nuevo la mujer le preguntó al viajero por la gente de la ciudad de dónde provenía.
—Era gente maravillosa; honesta, trabajadora y extremadamente generosa. Lamento haber tenido que partir —-declaró el segundo viajero.
La sabia mujer le respondió:
—Lo mismo hallarás en la ciudad adonde te diriges.