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viernes, 15 de septiembre de 2017

La aguja perdida


Un día, un hombre sabio y piadoso clamo al cielo por una respuesta. El hombre aquel encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para lograr que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz. La pregunta que hacían era: “¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?” Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo: - Comodidad. Todos los misioneros se veían entre sí, sorprendidos y extrañados de escuchar tal término de la propia voz de Dios. El hombre sabio y piadoso pregunto de nuevo: ¿Comodidad Señor? ¿Qué quieres decir con eso? Dios respondió: -La clave para un mundo pleno es: Como-di-dad. Es decir, así como yo les di, dad vosotros a vuestros prójimos. Como di, dad vosotros fe; Como di, dad vosotros esperanza; Como di, dad vosotros caridad; Como di, sin límites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo... y el mundo, será un paraíso. Sigamos la clave de COMO-DI-DAD.