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miércoles, 7 de febrero de 2018

Dèjame llorar



Cuánto vacío hay en esta habitación, tanta pasión colgada en la pared.
Cuánta dulzura diluyéndose en el tiempo, tantos otoños contigo y sin ti.
Millones de hojas cayendo en tu cuerpo, otoños de llanto goteando en tu piel.  
Iluminada y eterna, enfurecida y tranquila, sobre una alfombra de hierba ibas volando dormida.
Un imposible silencio enmudeciendo mi vida, con una lágrima tuya y una lágrima mía.
Iluminada y eterna, enfurecida y tranquila, sobre una alfombra de hierba ibas volando dormida.
Con una estrella fugaz te confundí la otra noche y te pedí tres deseos mientras duraba tu luz. ¡Déjame llorar!
Cuántas caricias perdidas en mi diván, cuánto reclamo a Dios mismo que ya no estás.
Hago canciones de amor en tu memoria y en todas vuelvo como siempre a la misma historia… (Ricardo Montaner)