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sábado, 17 de febrero de 2018

Eres lo que haces, no lo que dices



Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer. La verdad por lo general no se oye ¡Se ve! Tus comportamientos hablan por ti, te delatan, te señalan. La gente no está interesada en la labor del parto ¡Quieren ver al bebé! Si lo que haces y dices no es compatible, no eres creíble. ¿Mientes, careces de valor y te escondes en frases? ¡Eso eres y eso haces! En este mundo nadie está demasiado ocupado ¡Es cuestión de prioridades! Si haces un trabajo aburrido, estúpido y monótono, lo más probable es que acabes siendo aburrido, estúpido y monótono. Cuando eres un entusiasta sobre lo que haces, sientes energía positiva ¡Es muy simple! Si no eres apasionado por lo que haces, no tienes una profesión, tienes un trabajo. No importa lo que digas ni cómo te justifiques; eres lo que haces. Ahora, no solo eres responsable de lo que haces, sino de lo que no haces, de lo que no defiendes y de lo que callas. Recuerda que no eres libre cuando haces lo que quieres, eres libre cuando expresas lo que quieres. Tampoco hagas nada por un beneficio personal. Francisco de Quevedo dijo: “Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo”.