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martes, 28 de agosto de 2018

¡Establece limites!


¿Callas para no molestar? ¿Aguantas para no estar solo? ¿Sonríes para no parecer distante? ¿Mientes para no ser descubierto? ¡Y el premio no llega! Entonces te sientes molesto, solo, distante y descubres que algo está fallando. Ahora, está bien ser tolerantes, generosos y buenos con los demás, pero también está bien saber poner límites para que la gente no se aproveche de nuestra bondad. Atreverse a establecer límites se trata de tener el valor de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros. Si estamos muy pendientes de no herir a nadie, en ninguna circunstancia, acabaremos lastimándonos a nosotros mismos y a los demás. Poner límites significa muchas veces tener conflictos. Si esto implica sacar a alguna persona de tu vida, no significa que la odies ¡Significa que te respetas! Se valiente, paciente y amable para decirle a los demás lo que piensas, para ser fiel con lo que piensas y sientes. Establece tus límites sin gritos ni amenazas pero con la claridad e indicación de donde se encuentran. No se trata de cuanto te amen los demás, sino de cómo lo hagan. Poner límites no solo es saludable, en muchos casos es vital para sobrevivir.