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viernes, 14 de septiembre de 2018

La balanza de la vida


La vida es una balanza. Cuando sucede algo malo, inevitablemente ha de pasar algo bueno. Es la forma que tiene el mundo de equilibrarse. Cuando la balanza de la vida te deja pérdidas, no olvides que la ganancia es una lección de vida que de seguro no olvidarás. La virtud de cada ser humano es saber mantener el equilibrio ante sus victorias y no caerse ante sus derrotas. En la vida siempre hay motivos para festejar y para estar mal, pero vos decidís cual pesa más en la balanza. Coloca tus odios en un platillo de la balanza y en el otro, tus amores. Solo así llegaras a la conclusión de que si las cicatrices enseñan; las caricias, también. Para conservar el equilibrio, debemos mantener unido lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo conocido y lo desconocido, lo temporal y lo eterno, lo antiguo y lo nuevo. Solo poniendo las cosas en la balanza podemos tomar partido sobre las personas a las que podríamos brindarles una ayuda genuina. Pues indudablemente hay quienes merecen nuestro leal apoyo y quienes tienen que ser ignorados por sus inapropiadas conductas. Anselm Feuerbach decía que: “El hombre mediocre siempre pesa bien, pero su balanza es falsa”.