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viernes, 16 de noviembre de 2018

Confites en el infierno


Tienes dinero y no eres feliz… ¿Quién te dijo que la felicidad consiste en los bienes que posees? Eres feliz con los beneficios que puedes dispensar con tus bienes. Principalmente ayudando a otros, empezando por los que dices amar. ¡En tiempos oscuros se ve con mayor claridad a aquellos que emanan luz! La posesión completa se demuestra solamente dando. Si no te aferras a nada, lo posees todo y todo lo que eres incapaz de dar te posee. ¡No eres lo que tienes, eres lo que das! No confundas el tener menos con ser menos, tener más no significa ser más; tampoco confundas lo que posees con quien eres. Si con todo lo que tienes, no eres feliz ¡Con todo lo que te falta tampoco! Lo más valioso no es lo que tienes, sino a quien tienes en tu vida ¿Para qué confites en el infierno? Está bien luchar por lo que quieres, pero aprende a valorar lo que posees y a conservar con amor lo que tienes.  ¡Y me refiero a personas! Nadie está tan vacío como aquellos que están llenos de sí mismos, midiendo su grado de pobreza por el dinero que poseen. Sonríen… pero por dentro les invade una gran sensación de soledad. El día de su muerte sucederá que lo que poseen en este mundo pasará a manos de otra persona. Lástima… Llegaron al mundo sin nada y se fueron sin nada. Nunca quisieron entender que la posesión más valiosa era el amor de los demás y que todo el resto era prestado. ¿Para qué confites en el infierno?