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lunes, 25 de febrero de 2019

Autoengaño


Demóstenes decía que: “No hay nada más fácil que el autoengaño. Ya que lo que desea cada hombre es lo primero que cree”. Dicho de otro modo: “Cada quien se engaña con la mentira que más le gusta y tiende a evaluarse comparándose con otras personas, en vez de usar estándares absolutos. Caen víctimas del autoengaño en lugar de confrontar sus propios problemas prefiriendo vivir en la ignorancia. Se vendan los ojos, en lugar de las heridas y se creen curados. Atrasan la cosecha y los frutos se pudren, atrasan los problemas y estos no paran de crecer. El autoengaño es primero un cálido refugio y luego una fría cárcel. Nuestra mente nos engaña porque así es más fácil la existencia, convirtiéndonos a nosotros mismos en nuestro peor enemigo. Solo se vuelve clara la visión cuando se puede mirar dentro de su propio corazón, porque quien mira hacia afuera duerme y quien mira hacia adentro, despierta. Quitarse la venda sin anestesia y ver como son las cosas, es el primer paso para empezar a aceptar y mejorar la situación en la que uno se encuentra. La única manera de tener éxito es respetar la regla de NO MENTIRSE A SI MISMO. No vaya a ningún lado sin usted, sin su honestidad, si su esencia, sin su libertad. Solo de esa manera, aunque a veces parezca que no haya nadie, siempre estará usted y su presencia.