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sábado, 18 de enero de 2020

Antes íntimo, ahora público

El 5 de agosto del 2013 se reunieron cientos de personas en Nueva York para romper el record de cantidad de personas en ropa interior reunidas en un solo lugar público. El récord anterior lo tiene el estado de Utah el cual reunió 2270 personas. Pareciera una paradoja: la ropa “interior” ahora se convierte en “exterior”. Lo que se suponía era algo “íntimo” ahora pasaba a ser “público”. La modestia y el recato dieron lugar al exhibicionismo y la ostentación de la privacidad. Este fenómeno se ha extendido como una epidemia en las redes sociales, donde se desdibuja el límite entre lo privado y lo público, lo íntimo y lo externo; y en muchas ocasiones, lo recatado y lo escandaloso. En Éxodo 28: 42 Dios dio una instrucción clara respecto a la ropa interior de los sacerdotes: “Para los sacerdotes deberás hacer calzoncillos de lino para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos”. Caso contrario incurrirían en falta y morirían. Aunque la desnudez era común entre los sacerdotes mesopotámicos, estaba prohibida en la práctica sacerdotal israelita. Como “sacerdotes del pueblo santo” de Dios en la actualidad, Dios nos ha llamado a distinguirnos del mundo, que habita en tinieblas morales. No corramos tras modas que nos llevan a mostrar públicamente lo que debemos mantener para nosotros mismos y nuestro conyugue.