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domingo, 5 de enero de 2020

Para los que dicen: No hay Dios

En octubre de 1945, el filósofo Jean-Paul Sartre pronuncia en Francia, su famosa conferencia “El existencialismo es humanismo”, doctrina según la cual el hombre no es ninguna sustancia determinable objetivamente, sino que su ser es un hacerse a si mismo. Sartre era ateo y su tesis, su posición, era la siguiente: “Como Dios no existe, tampoco existe, por ende, la naturaleza humana. Así, el hombre no tiene esencia o naturaleza, y es solo lo que él mismo ha hecho en El. Así, la idea de un dios, es simplemente, funcional para la reprensión y la restricción de la libertad. Para ser feliz, según su tesis, hay que alejarse de la iglesia, de los reglamentos, de los valores. Nada ni nadie pueden imponernos las ideas. Por lo tanto, cada ser humano es responsable de sus valores. Entonces, desaparecen los valores universales y absolutos, y emergen los individuales. El infierno son los demás. Por eso, si es necesario, no hay que tener en cuenta a los demás, con tal de alcanzar nuestras metas”. Juzgue usted, estimado lector. Si pensamos que no hay Dios y que no fuimos creados por El, tambalea nuestro sentido de origen y pertenencia; y, por ende, también nuestro destino. Alejados de la obediencia a las leyes de amor de nuestro Padre celestial, se desmorona también nuestra felicidad.