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sábado, 12 de septiembre de 2020

Las pruebas y las tentaciones

¿Sabías que Satanás sabe cuando atacar?  A menudo Satanás no solo tienta nuestras debilidades, sino también nuestros lados, que creemos que son fuertes. La tentación a menudo viene después de un buen momento en nuestra vida espiritual o en nuestro ministerio. Satanás elige el momento preciso para atacar, por lo que debemos estar en guardia en tiempos de victoria y desaliento. Debemos aprender como creyentes que Dios no tienta a nadie (Santiago 1: 13) pero si le permite a Satanás que nos tiente para refinar nuestra fe y para aprender a depender de Cristo ¡Tarde o temprano todos seremos probados! Es importante que sepamos que existen tres áreas que Satanás usa para tentarnos (1 Juan 2: 16 – 17): (1) un intenso deseo por el placer físico, (2) un deseo insaciable por todo lo que vemos y (3) el orgullo de nuestros logros y posesiones. Ahora, ¡La tentación no es pecado! Y no existe fuerza humana que resista la tentación (Mateo 26: 41) la cual nunca será mayor a nuestra capacidad de resistencia. Si bien es cierto, Dios permite las aflicciones en nuestra vida, Él también nos dará la vía de escape para que podamos soportarlas (1 Corintios 10: 13). Una vez superadas nos otorga el premio y el honor más grande que un ser humano pueda recibir: La Vida Eterna (Santiago 1: 12).