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viernes, 14 de julio de 2017

Un siervo llamado Gallo


La creación de Dios está llena de enseñanzas para nosotros. Existe un ‘animalito’ que oímos todas las mañanas, el cual es un ave doméstica, nada extraordinaria pues ni vuela completamente, ni tampoco es la más rápida en tierra. Me refiero al “gallo” el cual fue utilizado por Dios para recordarle, al apóstol Pedro, la Palabra dicha por el Señor y ¡Hacerle volver de su error! De la misma manera Dios nos puede usar a nosotros de la manera que él quiera, aun cuando no seamos tan extraordinarios.  Sólo debes de seguir las 7 reglas del gallo:
1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).  Salmo 63:1 “…de madrugada te buscaré...”
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe. Salmo 40:8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,….”
3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga. Gálatas 1:10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?...”
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria. Lucas 14:23 “… y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.”
5- El gallo proclama buenas noticias: Amanece un nuevo día lleno de oportunidades.  Lamentaciones 3: 22 – 23 “Cada mañana se renueva su amor y su fidelidad.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. No falla nunca, excelente centinela. Mateo 25:21 “…Buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré”.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo. Hebreos 13:21 “Que Dios te haga apto en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en ti lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.