Warren Buffet compró su primera acción a los 11 años y se lamentó
de haber empezado demasiado tarde. Compró una pequeña granja a los 14 años con
sus ahorros provenientes de repartir periódicos. Todavía vive en la misma
pequeña casa de 3 cuartos en Omaha que compró luego de casarse hace 50 años. Él
dice que tiene todo lo que necesita en esa casa. Su casa no tiene ningún muro o
reja. Él maneja su propio carro a todas partes y no anda con chofer o
guardaespaldas. Nunca viaja en jet privado, a pesar de ser el dueño de la
compañía de jets privados más grande del mundo. Su compañía, Berkshire
Hathaway, es dueña de 63 compañías. Él le escribe sólo una carta cada año a los
ejecutivos de estas compañías, dándoles las metas para el año. Nunca convoca a
reuniones o los llama regularmente. Él les ha dado dos reglas a sus ejecutivos:
Regla número 1: No perder nada del dinero de sus accionistas. Regla número 2:
No olvidar la regla número. Él no socializa con la gente de la alta sociedad.
Su pasatiempo cuando llega a casa es prepararse palomitas de maíz y ver
televisión. Warren Buffet no anda con celular ni tiene una computadora en su
escritorio. Es dueño de Wal-Mart y la segunda persona más rica del mundo. Desde
el 2006 ha donado $31 billones de dólares para caridad. Su consejo: “Dios sobre
todas las cosas ¡Con el todo, sin el nada! La vida es tan simple como usted la haga. No
gaste el dinero que no tiene. No se vaya por las marcas. No gaste su dinero en
cosas innecesarias. Gaste en aquellos que de verdad lo necesitan. Si el dinero
no sirve para compartirlo con los demás, entonces ¿Para qué sirve? Ayude aunque
no pueda hacerlo; siempre habrá bendición para aquellos que saben compartir.
“Nada hemos traído al mundo, ni nada nos vamos a llevar…”