Para labios atractivos: Habla con palabras amables. Para ojos adorables: Busca lo bueno en las personas. Para una figura esbelta: Comparte tu comida con el hambriento. Para un cabello hermoso: Deja que un niño pase sus dedos a través
de ellos una vez al día. Para el porte: Nunca pases por encima de nadie. La belleza de una mujer no está en las ropas que usa, la figura
que ella tiene, o la forma que peina su pelo. La belleza de una mujer debe
verse en el interior de sus ojos, porque esa es la puerta al corazón, el lugar
donde habita el amor. La belleza de una mujer no está en su rostro ¡Está
reflejada en su alma! En el cuidado que amorosamente da, la pasión que ella
muestra. La belleza de una mujer solo crece con el pasar de los años… Recuerda
que si alguna vez necesitas una mano que te ayude la encontraras al final de tu
propio brazo. A medida que envejeces, descubrirás que tienes dos manos, una
para ayudarte y la otra para ayudar a los demás.