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martes, 3 de octubre de 2017

Bhagavad Gita


¿Por qué te preocupas sin motivo? ¿A quién temes sin razón? ¿Quién te podría matar?  El alma no nace, ni muere.  Cualquier cosa que pase, pasará por tu bien; lo que esté sucediendo, está sucediendo para bien; lo que vaya a pasar, también pasará para bien. No debes lamentarte por el pasado. No debes preocuparte por el futuro. El presente está sucediendo... ¿Qué pérdida te hace llorar? ¿Qué has traído contigo? ¿Qué crees que has perdido? ¿Qué has producido? ¿Qué piensas que se ha destruido? No has dado nada, no has traído nada contigo, cualquier cosa que poseas, la has recibido aquí. Cualquier cosa que hayas tomado, la tomaste de Dios. Lo que sea que hayas dado, se lo has dado a Él. Llegaste con las manos vacías, y regresarás con las manos vacías. Cualquier cosa que poseas hoy, pertenecía a otra persona el día de ayer, y pertenecerá a otra el día de mañana. Erróneamente has disfrutado de la idea de que eso te pertenece. Es esta falsa felicidad la causa de tus penas. El cambio es la ley del universo. Lo que consideras como muerte, es en realidad la vida. En cualquier momento puedes ser un millonario, y en el siguiente puedes caer en pobreza. Tuyo y mío, grande y pequeño ¡Borra esas ideas de tu mente! Entonces todo te pertenecerá y serás dueño de todo. Este cuerpo no te pertenece, tampoco eres de ese cuerpo. El cuerpo está hecho de fuego, agua, aire, tierra y  éter, y retornará en estos elementos. Pero el alma es permanente – así que ¿Quién eres tú? Dedica tu ser a Dios. Él es el único en el que debes confiar. Quienes conocen esta verdad son para siempre libres de temor, preocupación y dolor. Hagas lo que hagas, hazlo como una ofrenda a Dios. Esto te llevará  a experimentar de la alegría, la libertad y la vida por siempre.