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sábado, 9 de diciembre de 2017

Cuando la emociòn nubla la razòn

Existen ciertas respuestas emocionales que no nos permiten ver un problema con claridad. Así jamás podremos prepararnos para la dificultad ni para responder con un cierto grado de control. ¿Sabes cuál es la reacción emocional más destructiva? ¡La ira! Ya que es la que más intensamente nubla la visión y también ejerce un efecto multiplicador que de manera invariable torna la situación cada vez menos controlable. En cambio, la paciencia nos protege de cometer errores fatales. La paciencia es una habilidad que no surge en forma espontánea, sino que debe ser adquirida. “Es la virtud suprema de los dioses, que disponen de todo el tiempo del mundo”. Debes aprender que todo lo bueno sucederá al fin; el pasto volverá a crecer si usted le da tiempo y sabe anticipar el futuro. La impaciencia por su parte, solo te debilitara. Muchas personas enmascaran la ira con todo tipo de justificativos afirmando que esta reacción emocional es actuada de buena fe cuando en realidad no son más que cortinas de humo  con la que rodean sus acciones. Baltazar Gracián decía que: “Mucha gente invierte su tiempo en estudiar las características de animales o plantas. ¡Cuánto más importante sería estudiar a la gente con que tenemos que vivir o morir!”. Es importante comprender los motivos ocultos  de la gente ¡Leer entre líneas! Entrena tus ojos para seguir los resultados de las acciones de los demás. Aprende a ver las circunstancias externas. Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis” ¡Nunca evalúes a nadie por sus buenas intenciones! Porque de buenas intenciones está lleno el infierno.