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jueves, 28 de diciembre de 2017

Nada por nada

Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buenas acciones. Lo pasado se ignora o se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración usted muestra elementos que beneficiaran a la otra persona y hace gran hincapié en ellos, estos responderán con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría tener. Arthur Schopenhauer decía que: “A la mayoría de las personas no les interesa nada ni nadie más que ellas mismas”. Muchos se hallan por entero absorbidos por sus propios objetivos y deseos. Parten de la suposición de que la gente a la que le piden un favor tiene un interés altruista en ayudarlos. Hablan como si sus necesidades tuvieran importancia para los demás, mientras que lo más probable es que les resulten indiferentes. El interés propio es la palanca mágica que mueve a la gente. Una vez que usted haya logrado hacerles ver de qué manera podrá satisfacer las necesidades o beneficiar la causa del otro, la resistencia que se oponía a su pedido de ayuda desaparecerá como por arte de magia. Jean de La Bruyere decía que: “El camino mejor y más corto para hacer fortuna es hacer comprender a los demás, con toda claridad, que si promueven los intereses de usted beneficiarán los de ellos”.