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domingo, 26 de julio de 2020

Misericordia y verdad



2 Samuel 12 nos ubica un año después de los acontecimientos de adulterio y asesinato propiciados por el rey David y que lo tenían sumido en una vida de hipocresía y mentira. Dios muestra su misericordia al rey a través del mensaje enviado por medio de Natán con el cual confronta la vergonzosa realidad de David. Al presentare ante el rey el profeta sabía que, aunque tenía la razón, no tenía el derecho de ofenderle y que la verdad debe decirse con sabiduría (V.1-4). David evidencia que es más fácil juzgar el pecado en otros que en uno mismo, por lo que Natán proclama la verdad con valentía y apegado a lo que Dios ha dicho y no a su propia opinión. Y deja en claro la existencia del perdón pero que el pecado trae sus consecuencias. Que se puede elegir obedecer o desobedecer a Dios, pero no se puede escoger las consecuencias de tal decisión (V.5-12). Pero lo más importante es el impacto negativo -que provoca en la “Honra del nombre de Dios”, el desprecio y la blasfemia por parte de Sus enemigos cuando usted y yo pecamos (V.13-14) ¡Esto último es más importante que nuestra propia vergüenza!