Posees una buena salud mental cuando te sientes seguro, satisfecho
y estable siendo tú mismo. Buda decía que: “El secreto de la salud para la
mente y el cuerpo reside en no lamentarse del pasado, no preocuparse por el
futuro y no anticipar los problemas, sino en vivir el momento presente seria y
sabiamente”. Evitan todos aquellos ladrones de energía tales como el deseo
obsesivo, los celos, el orgullo arrogante, el odio rencoroso, la confusión y
las cosas imaginarias. Empieza a liberarte de todo lo que no te es saludable:
situaciones, personas y cosas. Algunos lo llamarán egoísmo. Tú llámale ¡Amor
propio! Y lava tu mente con amor y honestidad después de cada pensamiento que
atente contra tu tranquilidad. ¿Sabías que el buen humor es síntoma de salud
mental? Ahora, la salud mental no es la ausencia de desequilibrio sino la
fortaleza para superarlo. Tampoco es ausencia de enfermedad, sin embargo el
cuerpo de una persona es el reflejo de la actividad mental de su dueño, por lo
tanto el cuerpo nunca está enfermo, la enferma es la mente. “Si la mente está
tranquila y ocupada con pensamientos positivos, decía el Dalai Lama, es más difícil
que el cuerpo enferme”. Empieza desde hoy una dieta de pensamientos malos,
personas destructivas y de cosas que no te convengan. Decía John Stuart Mill
que: “Cada uno es el guardián natural de su propia salud, sea física, mental o
espiritual”. Todo es cuestión de enamorarse con uno mismo y ¡Compartir ese amor
con alguien que te aprecia!