Este era un billete de ¢20 mil colones y otro de ¢1 mil colones
que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio del Banco Central de
Costa Rica, en el centro de San José. Mientras se encontraban lado a lado, el
billete de ¢1 mil le preguntó a su compañero, “Oye, amigo, ¿dónde has estado? No
te he visto en mucho tiempo”. El billete de ¢20 mil colones respondió: “Amigo, ¡Vaya
que he tenido trabajo! He viajado por todo el país, también a los restaurantes
más finos, a los casinos más grandes y los mejores hoteles. También he estado
en numerosas boutiques, en los principales centros comerciales, y también en el
nuevo que ayudé a construir. De hecho, justo en esta semana estuve en un torneo
de golf, en una pista de carreras de
autos, en un balneario, en un salón estilista de gran clase. ¡He hecho todo eso!
Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de ¢20 mil colones
le preguntó al de ¢1 mil colones, “¿Y a ti cómo te ha ido? ¿Dónde has estado?” El
billete de ¢1 mil colones respondió, “Bueno, he estado en la Iglesia Bautista,
Metodista, Pentecostal, también en la Iglesia Episcopal; en la Iglesia de Dios,
la Católica, la Mormona, la de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia
A.M.E., la Iglesia centroamericana, la Iglesia Anglicana, en la Iglesia
Adventista....etc. ¡¡Espera, detente un minuto!! Gritó el billete de ¢20 mil
colones, “¿Qué es una iglesia?”