Durante la guerra en Corea, un hombre fue gravemente herido en un
campo de batalla en Heartbreak Ridge. Sus amigos estaban cubiertos en una cueva
de zorros como a 10 metros del lugar cuando este fue herido en una emboscada. Mientras
el fuego continuaba, los otros hombres discutían entre ellos que hacer. Pero
como el fuego era intenso era difícil seguir arrastrándose y traer a su
compañero herido, pues eso significaría la misma muerte. Por un rato nadie se
movía. Los hombres que estaban en la cueva podían escuchar a su compañero
herido clamar por ayuda. Entonces uno de los hombres que estaba en la cueva
empezó a mirar el reloj. No podía quitar la vista del mismo. Todos los demás lo
notaron y empezaron a preguntarle cosas, pero el soldado no dejaba de mirar el
reloj y permanecer en silencio. De repente, el hombre del reloj saltó de la cueva y se arrastró
hasta donde estaba su compañero herido. Lo tomó por la solapa del uniforme, y
de una manera lenta empezó a regresar a la cueva, todo mientras el ataque era
intenso a su alrededor. Sorprendentemente ambos lograron llegar a la cueva del
zorro sin ser heridos por bala alguna. Luego que el fuego cesara, le
preguntaron al héroe que salvó a su compañero ¿porque había esperado tanto tiempo
para rescatar a su amigo? A lo cual él respondió: "Mi madre me dijo que a
la misma hora exactamente, todos los días, ella estaría orando por mí. Y de
acuerdo a mi reloj, dejé la cueva exactamente cuando ella empezó a orar.