Shakespeare decía que: “En la amistad y en el amor se es más feliz
con la ignorancia que con el saber”. A veces, quisiéramos entender tantas cosas,
pero es mejor dejarlas ahí, sin saberlas. Muchas cosas hay en el mundo que es
mejor no saber y es mejor no hacer las preguntas de las cuales uno no quiere
saber las respuestas, respuestas que es mejor no preguntar. Por querer saber
demasiado, acabamos haciéndonos daño a nosotros mismos. ¡Si saber es un mérito,
ignorar es una virtud! Cosas que no sabes ahora, Dios las muestra en su debido
momento. Tal vez no estás preparado en este momento para saber lo que quisieras
y lo creas o no, lo que no sabes obedece a la falta de camino para hacerte
fuerte. Aprende que es más conveniente no preguntar el porqué de las cosas y
que por salud mental es mejor no ver, ni saber nada que pueda herirnos el alma.
Ignorar las cosas es uno de los grandes caminos que nos llevan a la paz
interior. ¿Para qué decir que lo hemos descubierto todo si la mayoría de las
cosas no tienen una explicación lógica? Es imposible comprenderlo todo porque
existen cosas que no están para ser entendidas sino para ser aceptadas. Y es
mejor que mueran en nuestros corazones. Si crees que hoy no puedes superarlo,
mañana no entenderás como te importaron. Solo necesitas dos cosas para
continuar por el camino de la vida: Ignorar y confiar.