martes, 27 de agosto de 2019

Techo de cristal


Un refrán popular dice que: “El que tiene techo de cristal no le lanza piedras al vecino”. ¿Qué se cree aquel que juzga la vida que viven otros? ¿Será que tienen las manos limpias? Condenar es fácil… pero ¡Dar ejemplo es lo difícil! Henry Miller decía que: “Uno debe ir siempre hacia el lugar donde no está señalando”. ¿Sabías que no es la vida la que separa a la gente? Es la maldad, la hipocresía, la traición, el egoísmo y la falta de respeto. Todos aquellos que encuentran fascinación en lanzar piedras al prójimo o lo que yo llamo “Jugar a Dios”, se la pasan tratando mal a los demás olvidando que es en ellos donde “algo está mal”. La gente sana, espiritualmente hablando, no anda por ahí destruyendo a otros seres humanos, mucho menos a sus “hermanos”. Es increíble como la “cizaña que se cree trigo” cuestiona todas las cosas buenas que escuchan de los demás, pero creen todas las malas sin pensarlo dos veces. ¿Qué saben ellos de la cruz que otros cargan? ¿Pueden ponerse los zapatos de los demás? ¿Han recorrido el camino de aquellos a quienes juzgan? ¿Han vivido la penas y dudas de otros? Y lo peor de todo es que creen afirmarse en las Escrituras. Pues si es así ahí le va las palabras del Apóstol Pablo en Romanos 14: 4, “¿Quién eres tú para erigirte en juez de un sirvo ajeno? Si éste se mantiene en pie o cae, es un asunto de su propio amo. [Y sea que te guste o no] ¡Se mantendrá firme! Porque poderoso es el Señor para sostenerle en pie”.

domingo, 25 de agosto de 2019

No lo dejes ir


No dejes ir a un hombre que te llame aun cuando le colgaste el teléfono. Aquel que cuando le digas “quiero estar sola ¡Vete!” te abrace y te diga “te amo y jamás te dejaré sola”. No dejes ir a un hombre que, al mirarte a los ojos, te mire como si hubiera un universo en ellos. Aquel que le grite al mundo que te ama y al mismo tiempo te susurra al oído que tú eres su mundo. No dejes ir a un hombre que cuando le digas “hazme tuya”, tome tu mano y te ponga un anillo. Aquel que te diga “que bonita te ves sin maquillaje”. No dejes ir a un hombre que te mande mensajes de texto a mitad del día solo para decirte que te quiere. Aquel que te pregunta cómo estás o si ya comiste. No dejes ir a un hombre que haga hasta lo imposible por verte sonreír, te consienta y te presuma frente de sus amigos y familiares. Aquel que valora más tus sentimientos que su orgullo y su ego. No dejes ir a un hombre que te abrace sin que se lo pidas, que te cuida sin que se lo exijas y que te quiere sin que te lo diga. No dejes ir a un hombre que no tenga miedo de sostener tu mano, que tu silencio no le incomode, que no tema juntar piezas rotas, que no tema caer contigo. Aquel que te mire a los ojos cuando hablas, que escucha tus tristezas y desiertos con paciencia y aun cuando no comprenda, respeta tus sentimientos. No dejes ir a un hombre que se interese por las cosas que haces y te brinde su apoyo. Que sea sensato y a la vez haga locuras por verte feliz. A un hombre así ¡No lo dejes ir!

Amar por dos

Para amar se necesitan dos… porque uno solo se cansa. No se cansa de amar; se cansa de esperar, suponer, escuchar promesas y disculpas. Recuerda que el amor es como una liga, se sostiene en ambas orillas por dos personas, si uno de los dos la suelta, lastima la otra. Ama por dos quien ama a quien no le ama o cuando se es amado por quien no podemos amar. Lo mejor es no demorarse donde no se pueda amar. Mejor ser libre, mejor estar solo y salir a caminar por todo ese montón de nada que seguir aferrándose a falsas ilusiones y despertar después sobre un puñado de sueños rotos. Amas por dos cuando el otro se rinde, cuando el otro se harta, cuando el otro no quiere quedarse. Entonces es mejor alejarse, porque alejarse también cuenta como una hermosa prueba de amor ¡La de amor propio! ¿El único límite que tiene el amor? Se llama “Dignidad”. Enfócate en ti, en tus metas, en tu paz mental. La gente es pasajera y el que quiere estar lo estará y quien no, que siga caminando. Y como dijo Mario Benedetti: “Que llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tiene que doler y que pase lo que tenga que pasar” ¡Pero “Amar por dos” ya no más!

sábado, 24 de agosto de 2019

Los hombres también lloran


Muchos se preguntan: ¿Los hombres se enamoran de verdad? ¿Lloran por una mujer? ¿Se emocionan al ver un mensaje o una llamada? Hay muchos hombres que lloran por amor, aunque lo escondan por el orgullo y el qué dirán. Otros dicen que no lloran, que solo se les metió un “todoloquevivimos” en el ojo. No es un cobarde el que llora, sino quien trata de ocultarlo. El machismo de todas las épocas nos ha hecho considerar el llanto como cosa de mujeres, cuando en realidad solo lloran los valientes. El hombre que llora por la persona que realmente quiere no debe sentirse inferior, no significa que es débil ¡Significa que sus sentimientos son verdaderos! Porque un hombre no llora por cualquier cosa. Un hombre que siente amor de verdad no simula llorar para atrapar a una mujer. El hombre también llora al perder lo que más quiere, ve nuevamente las películas que solían ver juntos, y escuchan una y otra vez las melodías que la hacen recordarla. No es un cobarde quien demuestra su dolor, es valiente quien explota en llanto cuando es rechazado, cuando debe dejar ir a la persona que más adora. ¿Qué los hombres no lloran? ¿Qué los hombres no deben llorar? ¿Acaso piensan que los hombres no tienen sentimientos? ¿Qué no tienen corazón? ¿Qué ellos no sufren? Los hombres también lloran, también sienten, ver a un hombre derramar una lágrima ¡No tiene precio!

viernes, 23 de agosto de 2019

Veneno y antídoto



Dicen que el amor es un veneno. Un veneno dulce, pero al final es un veneno que mata. Sin embargo, tiene una rara cualidad: Con el mismo veneno se cura la enfermedad. El problema es encontrar el veneno, el antídoto, la herida y la espina en la misma persona. Veneno y antídoto a la vez que cuando quiere curar, cura y cuando quiere matar, mata. ¡Siempre temible pero tan necesario! Tanto le deseas que no te deja dormir. Habita tu mente, estremece tu piel. Siempre presente, una voz, un pensamiento, lo único que por las noches recorre cada espacio intacto en ti, aquello por quien mueres, pero lo único que te hace vivir. Es la combinación perfecta entre veneno y el antídoto a la vez ya que te envenena, pero le necesitas para curarte. Es tu bien y tu mal, tu todo y tu nada ¡El veneno que te mata lentamente y el antídoto que necesitas para seguir viviendo! Una extraña manía de querer darte y quitarte el aliento, las ganas, la ropa y la vida. Te consume poco a poco, sin prisa. Es una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura. Una deleitable dolencia, un alegre tormento, una blanda muerte… Y por extraño que parezca, disfrutas de tan placentero mal. Aunque intentes desprenderle de tu mente, cada día mas falta te hace. Quieres verle, tus nervios ya no soportan su ausencia y vas cayendo en un abismo por tenerle. Su veneno te quita la vida y con un beso te droga, te cura y te lleva a la luna una vez más…

Lo obvio

Corría el año 2002. En el marco de una entrevista con Juan Gabriel, el conductor Fernando del Rincón, entonces parte del programa "Primer Impacto", le formuló una pregunta al divo de Juárez: "A ver Juan Gabriel. Dicen que eres gay ¿Juan Gabriel es gay?", preguntó el conductor. "Dicen que lo que se ve no se pregunta, mijo", señaló el compositor. Dicho de otro modo: “Lo que es obvio, no es necesario que sea explicado. Suele pasar desapercibido, precisamente por ser obvio. Se encuentra frente a los ojos, y se puede percibir fácilmente y sin obstáculos. Si tienes que explicar lo obvio, entonces no sé si sea tan obvio. ¿Qué tiempos son los que vivimos, que hay que defender lo obvio? Hemos caído tan bajo que la reformulación de lo obvio es la primera obligación de un hombre inteligente. A mucha gente le cuesta ver lo obvio, olvidando que lo que es obvio no necesita anteojos. No ven lo que es simple porque piensan que la verdad debe ser muy compleja y entonces se hacen de la vista gorda. Si evades lo obvio solo para no hacerte daño… terminarás por crearte uno más grande.

Mi persona favorita


El destino pone a muchas personas en tu vida, pero solo los mejores permanecen para siempre. Lo mejor de la vida es cuando encontramos personas que saben hacer de pequeños instantes, grandes momentos. Cuando alguien te hace una mejor persona ¡Debe estar en tu vida! Sabes que el mundo es un mejor lugar gracias a ti, por ser una persona maravillosa, que siempre ayuda a los demás ¡Gracias por existir! Me has enseñado que la gente que es feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino la que hace lo mejor con lo que tiene. Dans Vega hablaba de ti cuando dijo: “Usted me hace feliz, por tal motivo la nombro mi persona favorita de la historia de mi vida”. La que hace mi carcajada más sonora, mi sonrisa más brillante y mi vida mejor ¡Y lo más importante, me acerca a Dios! Me has ayudado a sanar mis heridas del pasado y me ofreciste tu hombro. Aguantaste mis malos ratos y me festejaste en los buenos. Gracias a ti he vuelto a sonreír, a valorarme, sentir la vida y más… Cuando te conocí imaginé que podía haber sido lindo, ¡Pero tú lo hiciste perfecto! Una de las mayores muestras de amor es cuando al orar, una persona le habla a Dios de ti. ¡Gracias por recordarme en tus plegarias! Y por darme tu mano con lo cual muestras que ¡Hay alguien en esta vida que no me suelta! Me abrazas en tus oraciones, orando por mí y pidiendo a Dios lo mejor para mí. Tú has sido muchas veces mi empuje a seguir, mis fuerzas para no dejarme caer, mi pañuelo de lágrimas y más. Gracias de verdad porque a partir de ti ¡Soy una mejor persona! Te amo…


Besos bajo la lluvia

Dicen que el corazón es como un manicomio, porque siempre hay espacio para una locura más ¡Como un beso bajo la lluvia! Un beso que no se lo das a cualquiera ni se lo recibes a cualquiera. Los mejores besos sin duda, son los besos bajo la lluvia. ¿Por qué? Porque son únicos y especiales… Porque no te importa quedar empapado, porque puedes esconder las lágrimas de felicidad que provocan al besar ¡Deseas que duren para siempre! Besar bajo la lluvia es una de las cosas que hay que hacer antes de morir. Es un sentimiento único e irremplazable en este mundo, hasta el frio de la lluvia siente celos del calor que produce el amor. El psiquiatra me dijo que padezco de Pluviofilia porque amo la lluvia y en ella encuentro paz y felicidad. Y es que en los días de lluvia sueles amar más de lo normal con cada gota que cae, como caricias que llegan del cielo. ¿Sabías que el pronóstico del tiempo para mañana es: Lluvia de besos, vientos de caricias y relámpagos de amor? Por eso te recomiendo abrigarte entre mis brazos y refugiarte en mi corazón. ¿Me concedes la lluvia de mañana para besarte? Tú y yo; besos bajo la lluvia… ¡Piénsalo! Sería lo más refrescante para mis labios que están sedientos de ti. Dicen que el mayor sueño de toda mujer es que la besen bajo la lluvia, ¿Sabes cuál es el mío? Que empiece a llover para besarte y que no pare. Amar bajo la lluvia debería ser considerada como la octava maravilla del mundo…

lunes, 19 de agosto de 2019

Todo sale a la luz

Jesús dijo: “No hay nada escondido que no esté destinado a descubrirse, tampoco hay nada oculto que no esté destinado a ser revelado”. ¿El encargado de realizar esta tarea? El tiempo: Un maestro sabio que te ayuda a descubrir las mentiras ocultas, las razones mas ciertas y las personas falsas. Es a través del tiempo que todo sale a la luz. Lo que se hace se paga, y lo peor es que todo vuelve… Toda mentira y engaño tiene fecha de vencimiento. Al final todo se descubre y al mismo tiempo la confianza se muere… para siempre. No hay disfraz que se pueda ocultar por largo tiempo ¡Toda máscara es inútil! El mentiroso es descubierto y se queda sin respeto ni honor y sus acciones desleales solo traerán tristeza a quienes le aman. Lo oculto se descubre y se encubre lo que aparentemente brillaba en el más grande esplendor. La verdad es incapaz de permanecer en las sombras por siempre. En el tiempo exacto y en el momento preciso saldrá a la luz y no se podrá encontrar salvación en ninguna mentira, porque la mentira para ser verdad siempre necesitará de ayuda y por mucho que corra un engaño, no habrá un lugar donde no llegue la verdad. Por tanto, la tranquilidad de no tener nada que ocultar ¡No tiene precio!


Ocúpese

Teresa de Calcuta dijo en una ocasión: “Quien dedica tiempo a mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para andar hurgando en la vida de los demás”. Dicho de otro modo: “Cada cual debe ocuparse únicamente de aquello que entienda o le competa, porque es vergonzoso ocuparse en los asuntos de los demás e ignorar los suyos”. Una mente ocupada, con su alma limpia y su corazón satisfecho, no se meterá jamás en la vida de nadie. El mejor momento de nuestras vidas es cuando no nos interesa la vida de nadie y nos importa un carajo lo que piensen de nosotros. Deja de estar pendiente de un montón de cosas y que no te provoque aclararle a nadie lo que eres. Mientras estés al tanto de “tus asuntos” las dudas ajenas no te deben importar, tampoco si te quieren o no. Ocúpese de sí mismo y haga las cosas que le apasionen. El trabajo nos aleja de tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad y ¡Una mente ocupada no extraña! Cuando te ocupas dejas de andar llorando por tonterías, le das la cara a tus errores y los conviertes en lecciones. El estar ocupado te despreocupa de si te aceptan, si te hablan, o te ignoran. Te da igual si pasas desapercibido ¡Vives más tranquilo! El día que alguien te conozca basado en lo que eras hace un año atrás, esa persona dejó de conocerte porque tu evolución es constante. Entonces preséntate de nuevo ¡Mucho gusto!


Una mujer diferente

Una mujer diferente a las demás no es perfecta, es única siendo siempre ella misma. No es bonita, porque esa palabra es muy pequeña. No es por guapa, aunque quizás lo sea… y no necesita destacar para que la miren. Una mujer diferente es fuerte y con una mirada que llama la atención. Con una alta autoestima determinada por si misma sin depender de alguien que le diga cómo debe ser. Se ama con sus estrías, su celulitis, con sus manchas. Se acepta con sus kilos de más o sus kilos de menos. Con sus piernas grandes o flaquitas. Se toma su tiempo para aceptar su esencia la cual no está hecha para ser comprendida por todo el mundo ¡Y es feliz! Una mujer diferente a las demás trabaja día a día por construir un hogar y un mundo mejor y se ríe sin temor al futuro porque ¡Sabe que puede lograrlo todo! Tropieza y se levanta, después de llorar, ríe. Odia en vez de amar y vibra con lo simple de la vida. Sufre ante el sufrimiento ajeno. Una mujer diferente enfrenta sus temores y dudas y deja atrás todo lo que la obstruya. No le interesa un hombre que prefiera a una mujer fácil por no jugársela por una que valga la pena. Mucho menos se siente mal si es rechazada. Ella tiene claro que la gente normalmente rechaza lo costoso porque no puede pagarlo. Escoge con quien relacionarse y siempre serán aquellas personas que la traten como la mujer valiosa y maravillosa que es. Una mujer diferente sabe que no es la mejor mujer del mundo, pero está segura de que es una versión muy difícil de encontrar…


Nacimos solos, morimos solos

“Nacimos solos, vivimos solos y morimos solos, dijo Orson Wells. Solo a través del amor y la amistad podemos hacernos la ilusión, por un momento, de que no estamos solos.” Nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, morimos mientras otros están naciendo para que, al igual que nosotros, vivan también su propia comedia. Al estar solos, nos esforzamos a través de nuestros actos para huir de esa soledad ocupando gran parte del tiempo buscando compañía y de ahí vienen los grandes tormentos de nuestra vida. Olvidamos que la soledad enseña más que cualquier compañía y acabamos siendo copias, habiendo nacido originales. Vivimos la vida con frenesí, convertidos en una sombra, una ilusión o una ficción. Algunos piensan que no venimos a este mundo para estar solos… pero yo creo que tampoco vinimos a este mundo para estar con cualquier persona. Prefiero la tranquilidad de la soledad que la decepción de una mala compañía. Llegamos a este mundo sin nada ni nadie y nos iremos de El sin nada ni nadie. Solo seremos el recuerdo de lo que fuimos para los demás. Debemos aprender a caminar solos, a reír, a jugar y a llorar sin amigos, sin amor y a veces incluso sin familia, porque solo llegamos y solo nos vamos.

martes, 13 de agosto de 2019

El maestro Quiñonez

Un proverbio en el Nuevo Testamento decía: “Médico, ¡Cúrate a ti mismo! Para hacer referencia a que los médicos son malos pacientes, debido a que deberían escuchar sus propios consejos. Al respecto mi abuela decía: “Nunca confíes en un cocinero flaco, porque si la comida es buena ¡El cocinero debe comer mucho!” Existen personas que les encanta andar corrigiendo a los demás, haciéndoles ver cada uno de sus errores, cuando los suyos son más grandes y evidentes. Aquí es donde se cumple aquello de “Corrígete a ti mismo”. Una persona que dedica tiempo a mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para criticar a otros. Usualmente, el que se la pasa señalando, “sabe” como vivir la vida de otros menos la propia. Como el maestro Quiñónez, que nada sabe Él, y quiere dar lecciones. Se la pasa criticando vidas ajenas, hijos ajenos, maneras ajenas de hacer las cosas y le fascina juzgar a los demás, únicamente porque los demás pecan de forma diferente a ellos. Señalar a los demás no te convierte en mejor persona. Al contrario, genera mucha energía negativa en tu vida y solo habla mal de ti. Das mucha pena, que, por quedar bien con otros, dejes en mal a otros. Antes de juzgar y criticar a los demás a sus espaldas deberías ver tu espejo y corregirte. Hazte un auto examen y pregúntate cuantos errores has cometido y cuantos son tus defectos. Verás después que ya ni tendrás ganas de seguir escudriñando en las fragilidades de los demás.

lunes, 12 de agosto de 2019

¿Discutir? Que pereza...

“La única forma de salir ganando de una discusión, decía Dale Carnegie, es evitándola”. Y evitar no siempre es cobardía, a veces es prudencia y otras, inteligencia. Recuerdo que mi abuela me decía: “Dos no se pelean si uno no quiere”. Porque cada discusión tiene, al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de los demás. Discutir con un necio nos rebaja a su nivel y por su experiencia ¡Nos gana! Alguien dijo que discutir es como montar en una bicicleta estática. Te esfuerzas, sudas, te cansas, te agotas y al final no te lleva a ningún lado. Deja que el necio hable y hable. Mientras más habla se hunde más en su miseria. Y tú no digas nada de lo que te puedas arrepentir ¡Al final saldrás victorioso! Si puedes elegir entre tener la razón o ser amable, elige siempre ser amable. Y cuando noten que no eres la misma persona de antes, que has dejado de darle importancia a muchas cosas, entonces se irán sobre ti. Te acusarán de haber cambiado, de haber perdido la sensibilidad. Incluso de ser indiferente a los sentimientos. Querrán discutir contigo atacándote de mil maneras, solo por haber dejado de sufrir por cosas que ya no valen la pena. No hay mejor testigo que el tiempo para poner la verdad y la mentira en su lugar. La peor pérdida de tiempo es discutir con un ignorante que se cree sus propias mentiras y no le importa la verdad o realidad sino sólo la victoria de su necedad. Al igual que un niño, su paciencia es infinitamente mayor que la tuya ¡Y nunca se cansará de responderte!


Historias de historias

No existe historia que se escriba sola, se necesitan de las palabras para que se empiecen a escribir. Pero no todas empiezan con “Había una vez” ni tampoco todas terminan con un “Felices para siempre”. Algunas historias jamás pasan del prólogo, pero “adiós” tampoco significa el punto final. Hay unas que terminas de escribir con lágrimas en los ojos y cada vez que la vuelves a leer, te vuelve a hacer llorar de nuevo. Existen historias fugaces que duran toda una vida e historias eternas que duran solo una noche. Historias de grandes amigos que pueden llegar a convertirse en grandes desconocidos e historias con desconocidos que nos vuelven inseparables. También abundan las historias falsas como cuando de pronto llegó ese alguien y creíste que tu vida cambiaría con menos complicaciones y más sonrisas ¡Confiando que lo mejor estaba por venir! Y no era verdad… He oído muchas historias de personas que ni soñaban conocerse pero que terminan encontrándose en el instante menos esperado, pero en el momento indicado. Sin embargo, aunque el destino los ponga en el mismo camino, dependen de los dos caminar juntos. Personalmente me encantan las historias que agradan más al corazón que a la vista, que se meten primero en el alma y después por los ojos. Historias de instantes sinceros…

sábado, 10 de agosto de 2019

Una lengua viperina


Tales de Mileto dijo en una ocasión: “La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás”. Muchas personas emplean toda su vida ocupándose de los demás; una mitad para amarlos y la otra mitad para criticar la conducta de ellos. Difícilmente piden una disculpa, necesitan siempre destacar lo negativo de aquellos que tienen más cerca, sean familiares o no. Haciendo esto ignoran sus propios defectos, limitaciones y miserias humanas, que no son pocas. “Aquellos cuya conducta se presta más al escarnio, dijo Moliere, son siempre los primeros en hablar de los demás”. Una lengua viperina utiliza la práctica común de hablar mal de otros, incluso aunque no se tengan argumentos. Sus juicios y comentarios son generados por sus propios rencores infundados. Hablar mal de los demás no es más que una excusa para hablar bien de nosotros mismos ¡Una forma deshonesta de autoalabanza! Una lengua viperina olvida que el daño que le hace a los demás, hace más en ella misma, que en la persona que pretende lastimar. La venganza, el rencor, hablar mal de alguien queda en la memoria de la lengua viperina y eso le hará vivir en la oscuridad y en la amargura. ¡Constantemente tropieza más seguido con la lengua que con los pies! Se me olvidaba: “Esa persona que viene y te habla mal de los demás, es aquella que después va con los demás a hablar mal de ti”. Después no digas que no te lo advertí…

viernes, 9 de agosto de 2019

Estrellarse contra la realidad

Leí en alguna parte que “Cuando no se puede manejar la situación, es mejor estacionarla”. Siempre es mejor frenar las cosas de buena manera, y no estrellarse de manera horrorosa al no poder controlar la situación. Sin embargo, muchas veces sabemos que vamos a estrellarnos y aún así aceleramos. ¿Por qué? ¡Es muy simple! Es esa manía de negarse a la realidad, de vivir de ilusiones, de flotar en fantasías. Persistir en ello asegura la caída y la muerte por “realidades”. Uno de los principales problemas del sufrimiento humano, es negarse a aceptar lo que la realidad siempre tiene preparado para nosotros. Negarse a aceptar la realidad nunca hará que desaparezca y no hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos. Negar la realidad es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero la realidad sigue siendo realidad. Podrás girar la cabeza, huir o negar la evidencia; pero no por eso va a dejar de ser verdad ¡Al final la dura realidad acabará por alcanzarte y no podrás ignorar sus consecuencias! Es duro aceptar la realidad, pero es mucho más duro aceptar una mentira como real. Prefiere siempre una verdad dolorosa y entiende que hay cosas que están destinadas a suceder. Aceptar la realidad es tan doloroso como necesario, si te niegas a aceptarla, el más afectado eres tú.

lunes, 5 de agosto de 2019

Cuando perder es ganar


Salomón dijo en una ocasión: “He sido testigo, en esta vida, que: El corredor más veloz no siempre gana la carrera; no siempre el sabio tiene qué comer; quien es inteligente no es necesariamente rico y el bien instruido no siempre tiene éxito en la vida. El ejército más poderoso no siempre gana la batalla, aunque esté mejor preparado para el combate.” ¿Será que aquel, tratando de ser el mejor, no gana porque se cree que es el mejor? Unos se consuelan diciéndose a sí mismos que “a veces se gana y a veces se pierde… ¡Pero siempre se aprende!”. Y están los que envían a otros a apostar y arriesgar con un susurro en el oído: “¡Gana o pierde, pero siempre inténtalo y lucha! Y yo me pregunto: “¿Por qué no van ellos?” Ahora, el hecho de que siempre no se gana no debe arrojarte al sofá de la autocompasión y el acostumbramiento. Deja de hacerte la víctima ¡Eres un guerrero! Tal vez no estás tan bien como quisieras, pero tampoco estás mal como otros quisieran. Dite a ti mismo: “Aún estoy aquí, de pie, dando pelea y puede ser caiga. Sin embargo, de algo estoy seguro ¡En el suelo no me quedo! No te dejes engañar acerca de que el mal casi siempre gana al bien, básicamente porque los objetivos del mal y el camino para llegar a ellos son más fáciles que los que persigue el bien. Da por bien perdido lo perdido, sobre todo cuando te sirva para liberarte de algo. A veces se gana más cuando se pierde que cuando se gana. Existen batallas que empobrecen al vencido, más no enriquecen al vencedor.