lunes, 12 de agosto de 2019

Historias de historias

No existe historia que se escriba sola, se necesitan de las palabras para que se empiecen a escribir. Pero no todas empiezan con “Había una vez” ni tampoco todas terminan con un “Felices para siempre”. Algunas historias jamás pasan del prólogo, pero “adiós” tampoco significa el punto final. Hay unas que terminas de escribir con lágrimas en los ojos y cada vez que la vuelves a leer, te vuelve a hacer llorar de nuevo. Existen historias fugaces que duran toda una vida e historias eternas que duran solo una noche. Historias de grandes amigos que pueden llegar a convertirse en grandes desconocidos e historias con desconocidos que nos vuelven inseparables. También abundan las historias falsas como cuando de pronto llegó ese alguien y creíste que tu vida cambiaría con menos complicaciones y más sonrisas ¡Confiando que lo mejor estaba por venir! Y no era verdad… He oído muchas historias de personas que ni soñaban conocerse pero que terminan encontrándose en el instante menos esperado, pero en el momento indicado. Sin embargo, aunque el destino los ponga en el mismo camino, dependen de los dos caminar juntos. Personalmente me encantan las historias que agradan más al corazón que a la vista, que se meten primero en el alma y después por los ojos. Historias de instantes sinceros…