domingo, 30 de abril de 2017

Alguien a la medida


Alejandro Jodorowsky decía que: “Es difícil que alguien te rompa el corazón, casi siempre eres tu quien lo rompe mientras tratas de meterlo a la fuerza donde bien sabes que no cabe”. Así que ¡Tómalo con calma! Algún día encontraras a alguien a la medida. Que se olvide de tu pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste, lo que hiciste, lo que algún día por malos actos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo y si es necesario te haga llorar, alguien que te entienda cuando ni siquiera tú lo haces. Alguien que al entrar en tu vida te hará saber porque no funcionó nada con alguien más, alguien a la medida. Cuando llegue ese alguien te cambiará la vida y te la hará menos complicada. Poco a poco, día a día, sonreirás y ¡Confiarás que lo mejor está por venir! Raro, especial, de ese tipo de personas por las que vale la pena luchar. Y te enseñará que la vida no es pasar las hojas del calendario, si no entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible. Ya vendrá alguien que te robe la razón, alguien que te devuelva la pasión, alguien que te parche el corazón. Ya vendrá alguien a tu medida, a tu altura, alguien que disfrute tu locura, alguien que te desnude con ternura. ¡Tarde o temprano todas las piezas acaban encajando!


La pareja perfecta


Dos viejos amigos conversan mientras observan a varias parejas sentadas en el césped. - Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte? – preguntó el primero. - Lo pensé, pero nunca llegué a casarme – respondió el segundo -. Cuando era joven me decidí a buscar a la mujer perfecta. Fui a las costas y  encontré a la mujer más bella que jamás había visto, pero no conocía de las cosas materiales de la vida ni era muy espiritual. Cuando fui a lo más alto de la montaña, conocí a una mujer muy bonita y con un intenso interés por lo  espiritual, pero no le daba importancia a las cosas materiales. Seguí andando y llegué a una ciudad, donde tropecé con una mujer muy linda y rica, pero no se preocupaba del aspecto espiritual. Al llegar a las praderas tuve la oportunidad de cenar en la casa de una joven bonita, religiosa y conocedora de la realidad material ¡Era la mujer perfecta! - ¿Y por qué no te casaste con ella? – Le preguntó el amigo. - ¡Ah, querido amigo mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.


Proverbios 18: 21


El congreso de ratones


Un grupo de ratones habitaba en una casa, en la que también vivía un enorme gato que día y noche vigilaba y atemorizaba a los ratones. Un día los ratones decidieron ponerle fin al problema y convocaron a una asamblea. El jefe de los ratones se pronunció a los presentes: “Los he reunido para buscarle fin a este problema, no podemos seguir viviendo así, esto es inaceptable”. “¡Quiero opinar! -dijo un asistente a la asamblea- Vamos a ponerle un cascabel al gato y así todos sabremos por dónde camina el enemigo.” Esa interesante propuesta fue aceptada por todos en la asamblea entre aplausos y felicidad. Ellos pensaron que con el cascabel estarían a salvo, porque su sonido avisaría la llegada del gato. “¡Silencio! -dice el jefe de los ratones y ¿Quién de todos le va a colocar el cascabel al gato?” Al escuchar eso los ratones se quedaron en silencio y corrieron inmediatamente a sus cuevas muy tristes y sin ninguna solución. Moraleja: es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo.


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Escuela Josè Martì, San Isidro Heredia


Ya no soy el mismo


“Has cambiado” me dijo alguien… “Lo sé gracias” atine a decir. Porque para mí muchas cosas se volvieron irrelevantes, ya no soy el mismo de antes, he aprendido a seguir adelante sin andar preguntándole a nadie. No vivo del “qué dirán”, ni de caerle bien a los demás, esas son tonterías que conmigo ya no van. Yo prefiero ser yo, así como soy, de carne y hueso, lleno de defectos y solitario, terco e intenso, pero viviendo a mi manera más allá de las apariencias. Pablo Neruda dijo: “Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos”. Y cuando notaron que no soy el mismo de antes, que ahora se lo que valgo, lo que quiero y lo que merezco y que ya deje de darle importancia a muchas cosas, ¡Se vinieron sobre mí! Me acusaron de haber cambiado, de haber perdido la sensibilidad, incluso de ser indiferente a los sentimientos. Solo por haber dejado de sufrir por cosas que no valen la pena. Soy el único responsable de mi propia felicidad, decía Cohelo, nadie más tiene derecho a decir lo que es bueno o malo para mí”. No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona diferente. Todavía no soy ni la mitad de la persona que deseo ser… Aún tengo que trabajar mucho en mí. ¡Soy mi proyecto más importante!


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Aùn derrotado ¡Golpea al enemigo!


Un soldado destacado en Irak recibe una carta de su novia que decía lo siguiente: “Querido Luís: Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel tres veces desde que te fuiste y creo que ni tú ni yo nos merecemos esto, lo siento. Por favor devuélveme la foto que te envié. Con mucho amor, María”. El soldado, muy herido, le pidió a todos sus compañeros del batallón que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías, primas, etc. Junto con la foto de María incluyó todas esas otras fotos que había recolectado de sus amigos. Había 89 fotos en el sobre y una nota que decía: “María, Perdóname, pero no puedo recordar quien eres. Por favor, busca tu foto en el paquete y me devuelves el resto. Luis”.


La Ley del tiempo disponible


No quiero ser mas tu amigo


Cuando estas deprimida siempre vienes a mí,
y me cuentas de nuevo que te hace sufrir
se de tus penas, siempre confiaste en mí.
Y ahí estoy si me llamas, cuando quieres hablar
y te presto mi hombro cuando quieres llorar.
Tengo un secreto no puedo esconderlo mas
No quiero ser tu amigo, amigo nunca más,
amigo para qué?? sinceramente amigo
amigo nunca más... ¿Amigo para qué?
yo quiero ser tu amor!!!! para siempre...
y darte lo mejor de todo corazón..
No quiero ser más tu amigo!!!
Cuanto tiempo esperando, ya no puedo fingir
no es como decirte que estoy loco por ti
quiero besarte, quiero q seas feliz..
Que este juego termine, ya no hay más q decir
y que lo nuestro comience hoy un sueño sin fin
no te sorprendas… me enamore de ti
No quiero ser tu amigo, amigo nunca más,
amigo para qué?? sinceramente amigo
amigo nunca más... ¿Amigo para qué?
yo quiero ser tu amor!!!! para siempre...
y darte lo mejor de todo corazón..
No quiero ser más tu amigo!!!

Proverbios 18: 20


La proxima vez que quiera esconderse


El calamar tiene ocho brazos que puede replegar sobre su cabeza: de tal modo se esconde de cualquier enemigo. Para protegerse mejor, también suelta un líquido muy negro, la famosa tinta que le sirve para ocultarse al menor peligro. La secreción de tinta de calamar que se produce y se expulsa del cuerpo ayuda a los calamares a desorientar y escapar de sus depredadores. La tinta crea una nube oscura en el agua que les impide ver a los depredadores, los que se confunden o asustan mientras que el calamar escapa.  Cuando los pescadores ven que el agua se pone negra echan la red y así pescan fácilmente a los calamares. (Cuento chino)


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Que nadie te diga hasta donde llegar


Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. Cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua. El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: – ¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan pequeñas! En ese instante apareció un anciano y dijo: – “Yo sé cómo lo hizo”… - “¿Cómo?”. Le preguntaron al anciano, y él contestó: - “No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo”


Escuela Jose Marìa Zeledòn, Curridabat


El alcalde


En una ocasión se reunieron un sacerdote, un líder comunal y un alcalde. Comenzaron a comentar cuánto dedicaban al pueblo, cada uno de ellos, los dineros que recibían de los ciudadanos. El sacerdote dijo: -Miren, yo lo que acostumbro a hacer es trazar un círculo en el suelo y lanzar las monedas al aire. Las que caen dentro del círculo me las quedo para mis necesidades y las que caen fuera del círculo las ofrendo para “obras de caridad”-. Entonces intervino el líder comunal para explicar: -Sí, yo también hago un círculo en el suelo y procedo de la misma manera, pero, por el contrario, me quedo para mis necesidades con las monedas que caen fuera del círculo y devuelvo al pueblo en “ayudas”, las que caen dentro del mismo-. Por último habló el alcalde para expresarse de la siguiente forma: -También yo, queridos compañeros, dibujo un círculo en el suelo y lanzo las monedas al aire. Las que no caen son para realizar “mejoras de infraestructura” en el pueblo, y las que caen las guardo para mis necesidades-.



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La estrella de mar


Había una vez un escritor que vivía en una tranquila playa, cerca de un pueblo de pescadores. Todas las mañanas andaba por la orilla del mar para inspirarse, y por las tardes, se quedaba en casa escribiendo. Un día, caminando por la playa, vio a un joven que se dedicaba a recoger las estrellas de mar que había en la arena y, una por una, las iba devolviendo al mar. - ¿Por qué haces eso?, preguntó el escritor. - ¿No se da cuenta?, dijo el joven. La marea está baja y el sol brilla. Las estrellas se secarán y morirán si las dejo en la arena. - Joven, hay miles de kilómetros de costa en este mundo, y centenares de miles de estrellas de mar repartidas por las playas. ¿Piensas acaso que vas a conseguir algo? Tú sólo devuelves unas cuantas estrellas al océano. Sea como sea, la mayoría morirán. - El joven cogió otra estrella de la arena, la lanzó al mar, miró al escritor y le dijo: - Por lo menos, habrá valido la pena para esta estrella.


La Ley del jarròn


El atolladero


Un hombre entró en una pollería. Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo: Esta noche tengo en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo. ¿Cuánto pesa éste? -Dos kilos, señor- contestó el pollero. El cliente se quedó pensativo y dijo: -Éste no me sirve. Necesito uno más grande! El cliente no sabía que era el único pollo que quedaba en la tienda porque el resto de los pollos se habían vendido. El pollero, empero, no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión. Cogió el pollo y se retiró a la trastienda, mientras iba explicando al cliente: -No se preocupe, señor, enseguida le traeré un pollo mayor. Permaneció unos segundos en la trastienda. Acto seguido apareció con el mismo pollo entre las manos, y dijo: -Éste es mayor, señor. Espero que sea de su agrado. -¿Cuánto pesa éste? -preguntó el cliente. -Tres kilos -contestó el pollero sin dudarlo un instante. Y entonces el cliente dijo: -Bueno, me quedo con los dos.


Proverbios 18: 16





El caballo y el pozo


Un hombre poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y seria extremadamente difícil sacar el caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Por tanto, determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo, pero, a medida que la tierra caía en el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir!


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Soberbia


El león se sentía lleno de vida, fuerte e invencible. Con este sentimiento de grandeza, se encontró de pronto con una víbora a la que le pregunto: "Dime ¿quién es el rey de la selva? – “Tu, por supuesto” le respondió la víbora. A un cocodrilo que estaba cerca el león le preguntó: - “dime ¿quién es el rey de la selva?” “Sabes que tú eres el rey de la selva” le dijo el cocodrilo. A cuanto animal se encontraba, el león preguntaba y todos le respondían que el rey de la selva era él. De pronto, le salió al paso un elefante. “Dime elefante -le preguntó el león ensoberbecido- ¿sabes quién es el rey de la selva?” Por respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo y tirándolo al aire y volviéndolo a recoger hasta que lo arrojó al suelo dejándolo todo adolorido. “Muy bien, basta ya, lo entiendo -atinó a balbucear el magullado león- pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta!


Escuela Josè Ezequiel Gonzàlez


Date tiempo


Paulo Cohelo dice que: “El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”. Por tanto, date tu tiempo para pensar, para amar, para escuchar, para dar, para sentir, para apreciar, para experimentar, para ser, para vivir y ser feliz ¡Te lo mereces! La vida es demasiado corta para estar triste o enojado. Para tener rencor, para mirar atrás. Para estar deprimido y para ser cruel. Date tiempo para trabajar; es el precio del éxito. Date tiempo para pensar; es el origen del poder. Date tiempo para amar y ser amado; es el privilegio de los dioses. Date tiempo para jugar; es el secreto de la eterna juventud. Date tiempo para leer; es el fundamento de la sabiduría. Date tiempo para soñar; es como enganchar tu carro a una estrella. Date tiempo para hacer amigos; es el camino de la felicidad. Date tiempo para reír; es la música del alma. Date tiempo para mirar a tu alrededor; el día es muy corto para ser egoísta. Date tiempo para planear, porque planear es el secreto para tener tiempo para todo lo anterior. ¡Date permiso para vivir la vida de tus sueños! Hernán Sabio decía: “Relájate y date un tiempo para disfrutar”. Disfrutar de esas pequeñas cosas que hacen un todo en tu vida. También debemos darnos el tiempo para agradecer a aquellas personas que hacen la diferencia en nuestras vidas. ¿Qué te parece si este fin de semana llamas a un ser querido y disfrutas del momento de contemplar la naturaleza? ¡Piérdete y encuéntrate!


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Señales de humo


El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido. Él estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía "¿Cómo pudiste hacerme esto?" Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les preguntó: “¿Cómo sabían que yo estaba aquí?” Y sus rescatadores le contestaron... "Vimos las señales de humo que nos hiciste...”


La Ley de los deseos


Confundir lo irrelevante con lo importante


Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada. Sus familiares y amigos le querían procurar un médico, pero el hombre enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen. Quería saber también si este hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara u oscura y también requería saber con qué tipo de arco le había disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de seda. Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía de un  halcón, de un buitre o de un pavo real... Y preguntándose si el arco que había sido usado para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información similar. ¡El hombre murió sin saber las respuestas! (Buda)


Proverbios 18: 13


El alacràn

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?". El maestro respondió: "La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar". Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida. No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones!



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El Rolex


Un hombre tiene un accidente con su coche alemán Maybach Exelero de $8 millones de dólares y llega la policía al lugar del suceso. Allí se encontraron al accidentado en el suelo gritando entre sollozos por su coche que estaba destrozado. Los policías entonces le dicen: - Pero, ¡hombre!, ¡cómo se lamenta por su coche...! ¿No se da cuenta que ha perdido su brazo izquierdo? El hombre, con cara de terror, grita: - ¡Cómo! ¡Que he perdido mi brazo izquierdo! ¡Dios mío, mi Rolex de $1 millón de dólares! ¿Dónde está mi Rolex?


Escuela Holanda, Rio Segundo MEP


No tomes decisiones en invierno


Recuerdo que un invierno mi padre necesitaba leña, así que buscó un árbol muerto y lo cortó. Pero luego, en la primavera, vio desolado que al tronco marchito de ese árbol le brotaron renuevos. Mi padre dijo: "Estaba yo seguro de que ese árbol estaba muerto. Había perdido todas las hojas en el invierno. Hacía tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al viejo tronco ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba la vida en aquel tronco". Y volviéndose hacia mí, me aconsejó: "Nunca olvides esta importante lección. Jamás cortes un árbol en invierno. Jamás tomes una decisión negativa en tiempo adverso. Nunca tomes las más importantes decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo. Espera. Sé paciente. La tormenta pasará y la primavera volverá".



De ti depende


Un joven malicioso fue a visitar, acompañado de un par de amigos, a un anciano muy sabio con la idea de dejarlo en evidencia delante del pueblo. Se compró un pájaro, fue al encuentro del anciano y cuando estuvo frente a Él, le dijo: - Buen anciano, todo el mundo habla bien de ti; yo quiero ponerte a prueba a ver si lo que dicen de ti es cierto. ¿Qué pasará con este pájaro que llevo en la mano, cuando la abra? ¿Volará o caerá muerto?. (El joven en sus adentros pensó: “si dice que volará, aprieto la mano, lo ahogo y caerá muerto, por el contrario, si dice que morirá abriré la mano y saldrá volando; este viejo no tiene escapatoria”). El buen anciano se dio cuenta enseguida del mal de aquel joven, le miró fijamente y le dijo: DE TI DEPENDE. Aquellas palabras llegaron al fondo del corazón del joven, el cual abrió la mano y saliendo libre el pájaro, regreso junto con sus amigos en silencio al pueblo.


La Ley del papel y el bolìgrafo


Deja de cavilar y anda


La otra vez vi caminar a un ciempiés ¡Que complicación y qué maravilla! lo hace tan bien que parece fácil. De pronto recordé una historia de un pequeño ciempiés que sintió que debía lanzarse a caminar, y le preguntó inquieto a su madre: -Para andar, ¿qué pies debo mover primero: los pares o los impares, los de la derecha o los de la izquierda, los de delante o lo de detrás? ¿O los del centro? ¿Y cómo? ¿Y por qué? -Cuando quieras andar, hijo mío -le respondió la madre- deja de cavilar y... anda". Razón tenía Anthony de Mello cuando dijo que «Aquéllos que deliberan exhaustivamente antes de dar un paso, se pasan la vida sobre una sola pierna».


Proverbios 18: 8


El billete


Alfredo, deprimido y con el rostro abatido descargó en su amiga Marisa todas sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, todo parecía estar mal en su vida. Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 mil colones y le dijo: - Alfredo, ¿cuánto vale este billete? Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo: - 50 mil colones! Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños, lo arrugó  y le pregunto a Alfredo: - Y ahora ¿cuánto vale? - Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 mil colones!!! Entonces Marisa tomó el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado preguntó: - Y así como le ves, ¿cuánto vale este billete? - Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 mil colones. - Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido...


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¿En momentos de crisis? Imaginaciòn


Un cachorro, perdido en la selva, vio un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre. Entonces vio unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos. Cuando el tigre estaba casi para atacarle, el cachorro dijo en alto: - ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso! El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dio media vuelta y huyó despavorido mientras pensaba para sí: - ¡Menudo cachorro feroz! ¡Por poco me come a mí también! Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre se puso furioso y dijo: - ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me la vas a pagar! El cachorro, entonces, vio que el tigre se aproximaba rápidamente hacia él con el mono sentado encima y pensó: - ¡Ah, mono traidor! ¿Y qué hago ahora? Comenzó a pensar y de repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando este llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz alta: - ¡Será perezoso el mono! ¡Hace una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha vuelto!


Escuela Finca San Juan Pavas MEP


El saco de plumas


Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, y todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado. Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo: "Quiero arreglar todo lo que hice, ¿cómo puedo hacerlo?", a lo que el sabio respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suéltalas donde quiera que vallas". El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y en el cabo de un día las había soltado todas. Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", entonces el sabio contesto: "Esa era la parte fácil... ahora debes volver a llenar el saco con esas mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas". El hombre se sintió muy triste pues sabía lo que eso significaba, y no pudo juntar casi ninguna. Al volver el hombre sabio le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer ahora es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".


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Disfruta de la vida


Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca contemplando el mar y descansando después de haber vendido el pescado. -¿Por qué no has salido a pescar? –le preguntó el hombre emprendedor. -Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el apacible pescador. -¿Por qué no pescas más de lo que necesitas? -insistió el rico. -¿Y qué iba a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador. -Ganarías más dinero –fue la respuesta –y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo. -¿Y qué haría entonces? –preguntó de nuevo el pescador. -Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el hombre emprendedor. -¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? –respondió sonriendo el apacible pescador.


La Ley del tràgame tierra