El novio quería decir cosas lindas a su novia, pero no sabía cómo
hacerle. Así que fue con su profesor de literatura, quien lo ayudó con el
siguiente verso: "Tienes ojos de lucero, tu boca es de cristal y te bajaron del cielo por un corte
celestial" El novio va corriendo a casa de su novia y al verla repite lo
que él cree que le dijo el profesor: "Tienes ojos de becerro, tu boca es
de corral y te bajaron del cielo por bruta y animal". Razón tiene aquel
proverbio chino que dice que: "Una gota de tinta puede más que cien
memorias privilegiadas."