Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada.
Sus familiares y amigos le querían procurar un médico, pero el hombre enfermo
se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había
herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen. Quería saber también
si este hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara u oscura y también requería
saber con qué tipo de arco le había disparado, y si la cuerda del arco estaba
hecha de bambú, de cáñamo o de seda. Decía que quería saber si la pluma de la
flecha provenía de un halcón, de un
buitre o de un pavo real... Y preguntándose si el arco que había sido usado
para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información
similar. ¡El hombre murió sin saber las respuestas! (Buda)