sábado, 29 de abril de 2017

Una actitud positiva


El sultán de Persia había sentenciado a muerte a dos hombres. Uno de ellos, sabiendo cuanto el sultán amaba a su caballo, se ofreció a enseñarle al caballo a volar, en el término de un año, a cambio de que le perdonara la vida. El sultán, imaginándose ya el único jinete del mundo montado en un caballo volador, acepto. El otro prisionero miro incrédulo a su amigo: “Sabes perfectamente que los caballos no vuelan –le dijo-, ¿Qué te indujo a ofrecer algo tan descabellado? Solo estas posponiendo lo inevitable.” “No es así –replico el primer prisionero-. He calculado que tengo cuatro posibilidades de obtener la libertad. Primero, el sultán puede morir dentro del próximo año. Segundo, puedo morir yo. Tercero, el caballo puede morir. Y cuarto… puedo llegar a enseñarle a volar al caballo”.