sábado, 29 de abril de 2017

El mentiroso


Había una vez un rey armenio que se aburría soberanamente. Entonces se le ocurrió organizar un concurso y ofrecer una manzana de oro como premio al mejor mentiroso de sus súbditos. Gentes de toda condición se presentaron ante el monarca, sin embargo, ningún embuste lo impresionó. Hastiado pues de las mentiras de poca monta, el rey estaba a punto de declarar desierto el concurso. Pero en eso llegó a palacio un hombre harapiento. "Majestad, vengo a que me devuelva la palangana de oro que le presté", dijo el hombre. "¡Yo a ti no te he prestado nada, eres un perfecto mentiroso!", replicó el rey, molesto por el inesperado reclamo de su vasallo. "Si es así", dijo entonces el pobre hombre, "me gané la manzana". A punto de caer en la trampa, el rey gritó: "¡No, no. No eres un mentiroso!". "Entonces", remató el hombre, "tiene que devolverme la palangana de oro". Ante el dilema, el rey optó por premiarlo con la manzana.