domingo, 30 de abril de 2017

Apego


El otro día leí un comentario de Walter Riso que decía: “Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un  acto de auto mutilación psicológica donde el amor propio, el auto respeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente”. Del apego surge el sufrimiento; del apego surge el miedo. Para aquel que está libre de apego ni hay mucho dolor y mucho menos miedo. Es doloroso despedirte de alguien que no quieres dejar ir, pero es más doloroso pedirle que se quede cuando lo que quiere es irse. Todo el que quiera seguir el camino del guerrero ha de librarse de la compulsión de poseer cosas y de aferrarse a ellas. Niégate a sufrir por amor, encuentra tu lugar en la soledad y no permitas que el deseo de amar este por encima de todo. Dice David Fischman que: “El desapego no es falta de interés, sino la capacidad de tomar distancia de las circunstancias y no comprometerse emocionalmente con ellas”. Cuando abandonas tu apego a lo conocido estarás entrando al campo de todas las posibilidades. Cuando mueren los apegos nace la libertad… ¡Suelta, fluye y disfruta! Disfruta del mundo sin apegarte a Él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante… “Si quieres una vida feliz átala a una meta, decía Einstein, no a una persona o a un objeto”.