El calamar tiene ocho brazos que puede replegar sobre su cabeza:
de tal modo se esconde de cualquier enemigo. Para protegerse mejor, también
suelta un líquido muy negro, la famosa tinta que le sirve para ocultarse al
menor peligro. La secreción de tinta de calamar que se produce y se expulsa del
cuerpo ayuda a los calamares a desorientar y escapar de sus depredadores. La
tinta crea una nube oscura en el agua que les impide ver a los depredadores,
los que se confunden o asustan mientras que el calamar escapa. Cuando los pescadores ven que el agua se pone
negra echan la red y así pescan fácilmente a los calamares. (Cuento chino)