No he muerto… solo me fui antes y no quiero que me recuerdes con lágrimas
como aquella que no tiene esperanza. No he muerto… aunque mi cuerpo no esté,
siempre mi presencia se hará sentir. Seré el silencio de nuestra habitación que
tanto compartimos, seré la brisa que besará tu rostro, seré un recuerdo dulce que asista a tu memoria, seré una página bonita
de tu historia. ¡Perdóname! Tomé únicamente uno de los trenes anteriores y se
me olvidó decirte que: ¡No he muerto! Solo me fui antes… Me alejé de ti porque sabía
que merecías ser feliz con alguien que estuviera contigo, porque sin pensarlo
dos veces lo único que yo quiero es tu felicidad, aunque tenga que ser sobre la
mía. Te dejé ir porque sé que me olvidarás más rápido de lo que yo te pueda
olvidar a ti, porque sé que te dolerá menos de lo que a mí me está doliendo. Tallado
en mi corazón llevaré tu nombre completo, al lado de mi dolor, que superaré con
el tiempo. Jorge Luis Borges decía que: “Cada persona que pasa por nuestra vida
es única. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habrá los
que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es
una prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad”. A partir
de hoy voy a amarte con silencios, provocando ausencias e inventando
distancias. Desde hoy voy a amarte sin poemas, con muy pocas acciones y escasas
palabras… a partir de hoy voy a amarte así… Aunque parezca… ¡No he muerto!