domingo, 31 de diciembre de 2017

¿Por què Dios se hizo hombre?

Un granjero se encontraba solo en casa sentado ante la chimenea. De pronto, los vientos empezaron a soplar con intensidad y se desató una tormenta de nieve. Al cabo de un rato, oyó un golpazo en la ventana, luego oyó un segundo golpe fuerte. Miró hacia afuera y se aventuró a salir para ver qué había golpeado la ventana, y encontró a dos gansos muertos y una bandada de gansos salvajes en su potrero. Daban aletazos y volaban bajo, en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El agricultor sintió lástima por los gansos y quiso ayudarlos. “Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó- ahí estarán al abrigo y a salvo mientras pasa la tormenta”. Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par; luego aguardó y observó con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto, pero no obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero sólo consiguió asustarlas y que se alejaran más. Entró a la casa y salió con algo de pan, lo fue partiendo en pedazos y dejando rastros hasta el establo; sin embargo, los gansos no entendieron. El hombre empezó a sentir frustración; corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero, pero lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran. ¿Por qué no me siguen? -exclamó- ¿Es que no se dan cuenta que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la tormenta? Reflexionando unos instantes, cayó en la cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano. “¡Si yo fuera uno de ellos, entonces sí podría salvarlos!”, pensó. Seguidamente, se le ocurrió una idea: entró al establo, agarró a un ganso doméstico y lo paseó entre sus congéneres salvajes; el ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo; una por una, las otras aves lo siguieron hasta que estuvieron todas a salvo. Eso es precisamente lo que Dios hizo por el hombre al venir a la tierra: Nosotros éramos como aquellos gansos, estábamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios se volvió como nosotros a fin de indicarnos el camino, y por consiguiente, salvarnos.

El ganso de las nieves

Mientras servía bajo las órdenes del duque Ai de Lu, Tien Jao, resentido por la oscura posición que ocupaba, dijo un día a su amo: “Me iré lejos, como un ganso de las nieves”. “¿Qué quieres decir?”, preguntó el duque. “¿Veis ese gallo? –Respondió Tien Jao-. Su cresta es un símbolo de civilidad; sus poderosas espuelas sugieren fuerza; su audacia de pelear contra cualquier enemigo denota coraje; su instinto de compartir con otros cualquier tipo de alimento que obtiene demuestra benevolencia; y, por último, su puntualidad al cantar las horas durante las noches nos da un ejemplo de confiabilidad. A pesar de esas cinco virtudes, a diario matan algún gallo para servirlo en la mesa. ¿Por qué? Porque lo tenemos a mano. En cambio, el ganso de las nieves recorre cientos de millas volando sin descansar una sola vez. Descansa en vuestro jardín, roba los peces y las tortugas de nuestro estanque y picotea vuestro mijo. A pesar de que carece de las cinco virtudes del gallo, vos valoráis a esa ave porque está en vuestro jardín muy poco tiempo. Como esto es verdad para muchas otras cosas, volaré lejos, como un ganso de las nieves”. (Yu Hsiu Sen)

La distancia magnifica

El primer hombre que vio un camello salió corriendo; el segundo se animó a aproximarse a cierta distancia; el tercero osó ponerle un cabestro. En esta existencia, lo conocido hace que todo parezca manso, ya que, una vez que nuestros ojos se habitúan, lo desconocido, que puede parecer terrible o extraño, se convierte en algo común y corriente. Y ya que estoy en el tema, les cuento que oí decir que unos centinelas apostados en la orilla, al divisar algo que flotaba a lo lejos, no pudieron dejar de gritar: “¡Una vela! ¡Una vela! ¡Una poderosa fragata!”. Cinco minutos después ya sólo era un paquebote, luego un esquife, después un chinchorro, y por ultimo apenas unos maderos que flotaban en el mar. Conozco a muchos a quienes esta historia les cabe de maravillas: Personas a quienes la distancia magnifica pero que, a medida que se acercan, terminan por no ser gran cosa. (Jean de la Fontaine, 1621 – 1695).

Tulipomanìa

En Holanda, durante el siglo XVII, la familia real quería que el tulipán fuese algo más que una hermosa flor: querían que se convirtiera en una especie de símbolo de status. Al hacer que dicha flor escaseara, e incluso que fuese casi imposible obtenerla, dieron el puntapié inicial a lo que luego se denominaría “tulipomania”. De pronto, una única flor valía más que su peso en oro. Esto se conoce como la ley de la escasez: Cuando se retira un producto del mercado, se genera un valor instantáneo para ese producto. Usted puede aplicar la Ley de la escasez a sus propias habilidades. Logre que lo que usted tenga para ofrecer resulte difícil de encontrar, y de inmediato incrementará su valor. Siempre llega un momento en que los poderosos se quedan más de lo deseable, tal es el caso de algunos gobernantes. Nos cansamos de ellos  y les perdemos el respeto, los vemos iguales a todo el  mundo, lo que equivale a decir que los vemos peor. Napoleón dijo en una ocasión: “Si me ven con frecuencia en el teatro, la gente dejará de verme”. El sol solo puede apreciarse por su ausencia. Cuando más largos sean los días de lluvia, tanto más se ansia el Sol. Pero demasiados días calurosos y soleados nos abruman. Aprenda a mantenerse a oscuras y haga que la gente pida su regreso…  La actriz de cine Greta Garbo nunca fue más admirada que cuando se retiró, en 1941 a la edad de 35 años. “Los genios más destacados hacen uso del retiro, decía Baltazar Gracián, de modo que la nostalgia generada por su ausencia los vuelve mas estimados”. 

Demasiada oferta reduce el precio


Cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuando alejarse. Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su valor ¡La ausencia inflama y excita! El no dar razones para la ausencia excita aún más. Mientras usted está lejos, la imaginación del enamorado cobra vuelo, lo cual intensifica el sentimiento de amor. Al comienzo de una relación es necesario incrementar nuestra presencia ante los ojos de la otra persona. Sin embargo, la presencia demasiado accesible no deja espacio para la imaginación y el deseo por el otro. Ninon de Lenclos escribió: “El amor nunca se muere de hambre, pero sí de indigestión”. Lo que se aleja y se torna raro o escaso, de pronto parece merecer nuestro respeto y nuestra honra. ¿Sabías que en la Edad Media, las damas sometían a sus caballeros a constantes pruebas de amor, enviándolos a realizar tareas largas y difíciles en sitios lejanos, a fin de crear un esquema de ausencia y presencia? La Rochefoucauld decía que: “La ausencia reduce las pasiones pequeñas e intensifica las grandes, así como el viento apaga una vela y aviva el fuego”. En una ocasión un hombre le dijo a un monge: “¿Por qué no te veo más a menudo?”. El monge contestó: “Porque las palabras: ¿Por qué no has venido a verme? Suenan más dulces en mis oídos que las palabras: ¿Por qué has venido otra vez? 

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La ùltima noche del calendario


Esta noche oscura la cubierta del calendario llega a su fin. Estos días de diciembre, para algunos fueron días de amargura, apenas amanecía, ya la noche oscurecía. En esta última noche del año se comprenderán olvidos, se olvidaran rencores y se renacerá entre sombras. Otros sentirán dolor como el que tienen los niños asustados, cuando despiertan en la noche oscura e impenetrable y sienten que están por completo solos… ¡La nostalgia perseguirá sus pasos! Sin embargo, decía Dostoyevski que: “Cuanto más oscura la noche, cuanto más brillantes las estrellas, más profundo el dolor, más cercano esta Dios” Para aquellos que estarán dispuestos a esperar el alba de un nuevo día, de un nuevo año. Porque dicen que las noches más oscuras son las que ofrecen las estrellas más brillantes y los mejores amaneceres. Lo único que se necesita es tener la suficiente fe para resistir hasta que amanezca. La esperanza al igual que un hilo de luz brillante, adorna y anima el camino; aun en la más oscura noche, emite un rayo brillante. La última noche del calendario precederá a la aurora de un nuevo año. Recuerda que el cambio se produce, con frecuencia, cuando te has rendido o cuando menos lo esperas... 

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Mañana serà otro año


¡Mañana será otro año! Esta noche descansa, relájate y respira. Si este año no ha sido el mejor, en ti está cambiarlo todo. Solo piensa en lo que quieres y lo que te hace feliz ¡El resto sobra! Al final lo único que importa es lo que tú deseas. Mañana será otro año para hacer mejor las cosas que en este año que termina. Tuvimos días muy difíciles, unos llenos de cansancio, otros de dolor y otros de problemas. Pero así como ésta realidad debe ser, aceptemos con consuelo que ¡Mañana será otro año! Tal vez no te fue tan bien como lo esperabas, tal vez sentiste que la vida te ignoró; tranquilo, que este año fue solo un ensayo porque a partir de mañana Dios te dará una nueva oportunidad de lucirte en este gran show que lo llamamos VIDA. A las dificultades de este año que termina, llámalas experiencias y recuerda que maduras con cada una de ellas y te harán crecer vigoroso y feliz. Y sin importar cuan adversas parezcan las circunstancias, ¡Mañana será otro año! Piérdete esta noche en tu locura, en tus desordenes y cansancio y llénate de todas las lágrimas que quieras hasta olvidar el motivo por el cual lloras. Después de este día horrible, no hay más remedio que acostarse, pero mañana, venda tus heridas, aprieta fuerte los dientes, respira hondo y sigue porque ¡Mañana será otro año! Borrón y cuenta nueva, la vida es una sola. “Esta noche cuando vaya a dormir, moriré; decía Gandhi, mañana al despertar, renaceré”... 

viernes, 29 de diciembre de 2017

Impredecible


El ser humano es hijo del hàbito y tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones. Pablo Picasso dijo en cierta oportunidad: “El mejor cálculo es la ausencia de cálculo. Una vez que ha logrado cierto nivel de reconocimiento, los demás, por lo general, piensan que si usted hace algo es por alguna razón inteligente. De modo que es necio planificar con demasiada exactitud qué es lo que va a hacer. Es mucho mejor actuar caprichosamente”. Nada resulta más aterrador que lo repentino y lo impredecible. Es por eso que nos asustamos tanto frente a un terremoto o a un tornado: no sabemos cuándo nos va a golpear. Después de que pasaron, esperamos, aterrados, a que llegue el próximo. En menor grado, el comportamiento humano impredecible produce el mismo efecto. Los animales se comportan de acuerdo con esquemas previsibles, lo cual permite cazarlos y matarlos. Solo el ser humano tiene la capacidad de modificar de manera consciente su comportamiento, improvisar y superar el peso del hàbito y la rutina. Si usted modifica sus esquemas día a día, causará una conmoción a su alrededor y estimulará el interés de los demás. La gente hablara de usted y estará constantemente en los pensamientos de muchos. 

Aplaste a su enemigo


Moisés aprendió de Dios, la sabiduría de “aplastar al enemigo” cuando separó las aguas del mar Rojo para que los judíos pudiesen pasar y luego volvió a cerrarlas sobre los egipcios que los perseguían, de modo que “no escapó uno solo”. Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con los Diez Mandamientos y vio que su pueblo adoraba al Becerro de Oro, hizo degollar hasta el último de los transgresores. Y, ya en su lecho de muerte, dijo a sus seguidores en Deuteronomio 20: 17, que por fin iban a entrar en la Tierra Prometida, que cuando hubieran derrotado a las tribus de Canaán debían “destruirlas por completo… No hacer trato con ellos ni tenerles clemencia”. Empezando por Moisés, todos los grandes líderes de la historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al que le temían. Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Si muestras empatía hacia tus enemigos a través de la compasión o la esperanza de una reconciliación, no podrás exterminarlos. Estas actitudes solo reforzaran su miedo y odio hacia ti. Recuerda que los has derrotado y se sienten humillados.  El filósofo indio Kautilya dijo: “Quienes buscan obtener logros no debieran mostrar clemencia”. Se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará y buscará venganza.  Un sacerdote le preguntó al ya moribundo hombre de Estado y general español Ramón María Narváez (1800-1868): “¿Su Excelencia está dispuesta a perdonar a todos sus enemigos?”. “No tengo necesidad de perdonar a mis enemigos –respondió Narváez-. Los he mandado a fusilar a todos”. 

Conocimiento previo


Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. La mayoría de la gente mantiene oculto los aspectos más cruciales de su carácter: sus debilidades, sus motivos reales y sus obsesiones. No predecir los movimientos del otro nos ubica en constante penumbra. Conocer todo acerca de su competencia le permitirá prever sus deseos. Ese conocimiento previo da una sensación todo poderosa y clarividente que hace presumir que usted està en todas partes y que lo sabe todo mucho antes que los demás. Si nadie ve la fuente de donde extrae la información, usted no podrá ser combatido ¡La idea es ejercer un cierto grado de control sobre los hechos futuros! Deje que los demás consulten los horóscopos o lean las cartas de tarot: Usted utiliza medios más concretos para adivinar el futuro. En un país poblado por hombres con dos ojos, el tercer ojo le otorga la omnisciencia de un dios. Usted ve más allá que los demás, y ve el interior de los otros. Nadie está a salvo del tercer ojo salvo usted. Sun-Tzu decía que: “La razón de que un soberano brillante y un sabio general conquisten al enemigo adondequiera que vayan, y de que sus logros sobrepasen a los del hombre común, es su conocimiento previo de la situación del enemigo. Ese “conocimiento previo” no puede obtenerse de los espíritus ni de los dioses, ni por analogía con hechos del pasado ni mediante cálculos astrológicos. Siempre debe obtenerse de hombres que conocen la situación del enemigo: de los espías”.

El campesino y el àrbol de manzano

Un campesino tenía en su jardín un manzano, que no daba frutos sino que solo servía de abrigo para los gorriones y los saltamontes. Ante esta realidad, el campesino decidió cortar el árbol; empuñó el hacha y asestó un golpe violento a las raíces del manzano. Los gorriones y lo saltamontes, le rogaron que no cortara el árbol que les daba abrigo, sino que le perdonara la vida, y ellos cantarían para el campesino, aliviando así sus labores. El campesino no les prestó atención alguna; y asestó otro golpe de hacha, y otro más. Cuando, llegó a un hueco en el centro del manzano, encontró un panal lleno de miel. Después de probar la miel, dejó el hacha y, considerando sagrado al árbol, lo cuidó con gran dedicación. Lo único que motiva al hombre es el interés personal. (Esopo).

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jueves, 28 de diciembre de 2017

Nada por nada

Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buenas acciones. Lo pasado se ignora o se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración usted muestra elementos que beneficiaran a la otra persona y hace gran hincapié en ellos, estos responderán con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría tener. Arthur Schopenhauer decía que: “A la mayoría de las personas no les interesa nada ni nadie más que ellas mismas”. Muchos se hallan por entero absorbidos por sus propios objetivos y deseos. Parten de la suposición de que la gente a la que le piden un favor tiene un interés altruista en ayudarlos. Hablan como si sus necesidades tuvieran importancia para los demás, mientras que lo más probable es que les resulten indiferentes. El interés propio es la palanca mágica que mueve a la gente. Una vez que usted haya logrado hacerles ver de qué manera podrá satisfacer las necesidades o beneficiar la causa del otro, la resistencia que se oponía a su pedido de ayuda desaparecerá como por arte de magia. Jean de La Bruyere decía que: “El camino mejor y más corto para hacer fortuna es hacer comprender a los demás, con toda claridad, que si promueven los intereses de usted beneficiarán los de ellos”. 

Dar para tomar


La esencia del engaño es la distracción. Distraer a la gente a la que se quiere engañar da tiempo y espacio para hacer las cosas sin que ellos se percaten. Un acto de bondad, generosidad u honestidad es la forma más poderosa de distracción, porque desarma las sospechas de los demás. Convierte a las personas en niños que aceptan ansiosos cualquier tipo de gesto afectuoso. El trabajo de un estafador consiste en hacer caer esas defensas a través de una aparente sinceridad y honestidad. ¿Quién desconfía de una persona sorprendida en un acto de evidente honestidad? Un gesto sincero y honesto –especie caballo de Troya- abre una brecha en la armadura del otro. Poca gente puede resistirse a un acto de generosidad, ni siquiera el más duro de los enemigos, y es por eso que a menudo constituye la forma perfecta de desarmar a la gente. Un regalo hacer renacer al niño que hay en nosotros, con lo cual de inmediato bajamos nuestras defensas. A pesar de que con frecuencia vemos las acciones de los demás bajo la luz más cínica posible, rara vez distinguimos algún elemento maquiavélico en un obsequio, que a menudo oculta motivos ulteriores. Un regalo es el objeto perfecto tras el cual esconder una actitud engañosa. Hace más de tres mil años un magnifico obsequio, que resultaba irresistible, hizo más por la causa griega que diez años de lucha. Un caballo fue utilizado para rescatar a la bella Helena que había sido robada por Paris y para destruir a Troya. El filósofo chino Han-fei-tzu dijo: “Cuando esté por tomar, debiera dar”. 

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domingo, 24 de diciembre de 2017

El gato que caminaba solo


Entonces la mujer ofreció al Gato un tazón de leche, blanca y tibia y le dijo: “Oh, Gato, tú eres tan sagaz como un hombre, pero recuerda que no hiciste tu trato con el Hombre ni con el Perro, y no sé qué harán ellos cuando lleguen a casa”. “¿Y a mí que me importa? –Contestó el Gato-. Si tengo mi lugar en la cueva junto al fuego, y mi leche blanca y tibia tres veces al día, no me importa lo que haga el Hombre o el Perro”… Y a partir de aquel día, mi amado, tres hombres de cada cinco que se precien como tales arrojarán siempre cosas contra el Gato, dondequiera que lo vean, y todo Perro que se precie de tal correrá tras el Gato y lo obligará a refugiarse en lo alto de un árbol. Pero el Gato también cumple con su parte del trato. Caza ratones y juega con los bebés cuando está en la casa, siempre y cuando no le tiren con demasiada fuerza de la cola. Pero cuando ha cumplido, y entre tarea y tarea, y cuando la Luna se levanta y cae la noche, el Gato sale a caminar solo, y todos los sitios le dan igual. Entonces se va al Húmedo y Salvaje Bosque o sube a los Húmedos y Salvajes Arboles o camina por los Húmedos y Salvajes Techos, meneando su salvaje cola y caminando en su salvaje soledad. (Rudyard Kipling).

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Iglesia Preciosa Semilla





24/12/2017 Iglesia Preciosa Semilla, San Juan de Dios Desamparados, Conferencia "¡Què no es la Navidad!

viernes, 22 de diciembre de 2017

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Las dos caras del contagio

Los desafortunados de este mundo, que han sido golpeados por circunstancias incontrolables, merecen toda la ayuda, la simpatía y el apoyo que podamos brindarles. Pero hay otros que no han nacido desafortunados o desdichados, sino que atraen las desgracias a través de actos destructivos y su perturbador efecto sobre los demás. Son personas con inestabilidad interior que se irradia hacia afuera y atrae el desastre. Algo así como un deseo de generar el caos y la destrucción. Son fácilmente reconocidos por su larga lista de relaciones fracasadas, por la inestabilidad de su carrera y por la misma fuerza de su carácter, que los envuelve y les hace perder la razón. Padecen insatisfacción crónica, envidias profundas que se reflejan en el descontento de sus miradas. ¡Son personas toxicas altamente contagiosas! A menudo se presentan como víctimas, lo cual, a primera vista, es difícil comprender que sus desgracias son autogeneradas. Antes de que uno pueda darse cuenta de la verdadera naturaleza de sus problemas, ya ha sido contagiado por ellos. Nunca subestime los peligros del contagio que presenta una persona toxica ¡Huya de ella o sufrirá las consecuencias! La otra cara del contagio es reflejada por personas que atraen la felicidad por su buena disposición, su euforia natural y su inteligencia. Pueden constituir una fuente de placer, y usted debiera asociarse con ellas para compartir la prosperidad que esas personas convocan. 


Montaigne

En su tiempo, Simón Thomas fue un gran médico. Recuerdo que lo conocí un día en la casa de un acaudalado anciano que sufría de tuberculosis. Al discutir con su paciente distintas curas, le dijo que una de las formas de sanar sería la de brindarme a mí la posibilidad de disfrutar de su compañía: eso le permitiría fijar la mirada en la frescura de mi semblante, y sus pensamientos en la desbordante alegría y el vigor de mi joven virilidad; al llenar todos sus sentidos con la flor de mi juventud, su estado podría mejorar. Lo que se olvidó de decir es que el mío podría empeorar. (Montaigne).

jueves, 21 de diciembre de 2017

No explique, demuestre


Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra alguna. El problema de tratar de probar una posición u obtener una victoria mediante la argumentación verbal reside en que usted nunca puede determinar con certeza de qué manera sus palabras afectan a las personas con las que está discutiendo: puede ser que en apariencia coincidan con usted, pero por dentro quizá no aprueben sus ideas. O tal vez los haya ofendido algo que usted dijo sin darse cuenta: las palabras tienen esa insidiosa cualidad de ser interpretadas de acuerdo con el estado de ánimo y las inseguridades del que las recibe. Ni siquiera el mejor argumento tiene una base por completo sólida, dado que todos hemos llegado a desconfiar de la naturaleza escurridiza de las palabras. Alguien dijo que: “Las palabras son más baratas por docena”. Todo el mundo sabe que, en el fragor de una discusión, todos decimos cualquier cosa con tal de apoyar nuestra causa. Muchos citan la Biblia, otros hacen referencia a estadísticas imposibles de verificar. Los actos y las demostraciones son mucho más convincentes y significativos. Están ahí, a la vista, podemos verlos y tocarlos. No hay palabras que ofendan ni posibles malas interpretaciones. Nadie puede discutir una demostración concreta. Benjamín Disraeli dijo: “Nunca discuta. En una sociedad no debe discutirse nada; solo presente resultados”. ¡Olvídese de la historia del parto y muéstrenos al bebé!

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miércoles, 20 de diciembre de 2017

Hacer que otros vengan hacia usted


Un carterista aplica la táctica de hacer que el otro venga hacia El para robarle. ¡Utilizan este método a la perfección! ¿La clave? Saber en qué bolsillo lleva la billetera. Los carteristas expertos son personas muy agiles que en cuestión de cinco segundos abren un zíper. Suelen ejercer su oficio en calles y aceras aglomeradas, principalmente en épocas festivas. Además las paradas de autobuses son los puntos preferidos por estos hampones. En la mayoría de estos sitios hay carteles que advierten al público: “CUIDADO CON LOS CARTERISTAS”. Los transeúntes, al leerlos, automáticamente llevan la mano a la billetera para asegurarse de que aun está en su sitio. Para un atento carterista, eso es como pescar con dinamita. Existen casos en que son los propios carteristas quienes colocan este tipo de carteles, para asegurarse el éxito. Cuando uno desea cazar un oso cubre la trampa con miel. El cazador de osos no persigue a su presa. Un oso que se sabe perseguido resulta casi imposible de atrapar y, en caso de ser acorralado, su ferocidad es increíble. Lo que hace el cazador es tener trampas cubiertas de miel. No se agota ni arriesga su vida en la persecución de su presa. Solo pone el cebo y espera.

Mis deseos para ti


En este año nuevo te deseo muchas satisfacciones y amaneceres donde los cantos de las aves te llenen de esperanza y voluntad para que construyas tus mayores alegrías. Te deseo mucha felicidad en tu corazón y sobretodo que tu hogar se vuelva mucho más sólido, así que a ser muy optimista para pasarla espectacular. Espero que los próximos 365 días  llenen de una alegría incomparable tu vida y la de tu familia y que todas tus ilusiones y metas se cumplan. Deseo que se cristalice cada noble afán de tu corazón y que Dios bendiga todos tus proyectos. ¿Qué más te deseo? Te deseo 12 meses de prosperidad, 52 semanas de alegrías, 365 días de bendiciones, 8760 horas de salud, 525600 minutos de éxitos y 31536000 segundos de amor. Te deseo tantas cosas buenas como gotas tiene la lluvia, tanta salud como rayos tiene el sol y tanta felicidad como estrellas hay en el cielo. Deseo que tu rutina se  convierta en sorpresa, los enfados en sonrisas y las tristezas en esperanzas. Vienen 365 nuevas oportunidades, días renovados con el amor de Dios, días para mostrarle al mundo que eres un vencedor, que a pesar de lo que la vida te haya traído, tu saldrás adelante. No me cabe la menor duda que tus días serán como copas rebosadas de dicha. No habrá meta que no puedas alcanzar, no habrá sueño que sea imposible de realizar. Porque no hay mayor fuerza que el deseo sincero, la constancia y la convicción por verlo realizar! Pon tu mano derecha en tu hombro izquierdo y tu mano izquierda en tu hombro derecho. ¡Ahí va mi abrazo!

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martes, 19 de diciembre de 2017

¡Hemos llegado a 3700 publicaciones!


Enigmàtico

En un mundo que se torna cada vez más banal y conocido, lo que parece enigmático llama la atención de inmediato. Nunca deje demasiado en claro que es lo que hace o está por hacer ¡No muestre todas sus cartas! Un cierto aire de misterio realza su presencia. Además, crea expectativas: todo el mundo le prestará atención, para ver qué es lo que sucede a continuación. El mundo se ha vuelto tan conocido, y sus habitantes, tan predecibles, que aquello que se envuelve en un misterio casi siempre ocupan el centro del escenario y atrae nuestra mirada. Existen momentos en que se debe postergarse la necesidad de llamar la atención, cuando lo menos deseable es generar escandalo o notoriedad. En este caso ser el centro de atención no es lo que puede resultar más conveniente. Lo misterioso invita a interpretaciones distintas, estimula nuestra imaginación, nos seduce hasta hacernos creer que oculta algo maravilloso. Alguien dijo que: “Lo que no se alcanza a comprender se explica mediante mitos y espíritus”. El misterio que se entreteje en su actitud cotidiana de forma sutil encierra fascinación y llama mucho la atención en los demás. Muéstrese reticente, guarde silencio, actúe diferente. Después, las personas que lo rodean magnificarán esa aura, al tratar constantemente de interpretarlo. 


Oìd un son en alta esfera

Oíd un son en alta esfera: ¡En los cielos gloria a Dios!
¡Al mortal paz en la tierra! Canta la celeste voz.
Con los cielos alabemos, al eterno rey contemos,
A Jesús que es nuestro bien, Con el coro de belén.
Canta la celeste voz: ¡En los cielos, gloria a Dios!
El señor de los señores, El ungido celestial,
A salvar los pecadores bajo el seno virginal.
Loor al verbo encarnado, en humanidad velado;
Gloria al santo de Israel, cuyo nombre es Emmanuel;
Canta la celeste voz: ¡En los cielos, gloria a Dios!
Canta la celeste voz: ¡En los cielos, gloria a Dios!
Príncipe de paz eterna, gloria a ti, a ti Jesús,
Entregando el alma tierna, tú nos traes vida y luz.
Haz tu majestad dejado, y buscarnos te has dignado;
Para darnos el vivir, a la muerte quieres ir.
Canta la celeste voz: ¡En los cielos, gloria a Dios!

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lunes, 18 de diciembre de 2017

Blanca Navidad


Oh Blanca Navidad, sueño y con la nieve alrededor,
blanca es mi primera y es mensajera de paz y de puro amor
Oh Blanca Navidad, nieve un blanco sueño y un cantar
Recordar tu infancia podrás al llegar la blanca navidad.
Oh Blanca Navidad, sueño y con la nieve alrededor,
blanca es mi primera y es mensajera de paz y de puro amor.
Oh Blanca Navidad, nieve un blanco sueño y un cantar,
recordar tu infancia podrás al llegar la blanca navidad.

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domingo, 17 de diciembre de 2017

Lo que no se ve no cuenta


¿Sabías que todo es juzgado por su apariencia? ¡Lo que no se ve no cuenta! Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. ¡Ponga toda su fuerza en destacarse! Conviértase en un imán que concentre la atención de los demás. Llame la atención sobre su persona creando una imagen inolvidable, incluso controvertida. Pietro Aretino decía que: “Incluso cuando se realiza una manifestación en mi contra, obtengo mi cuota de renombre”. Una vez que la mirada de la gente se ha fijado en usted, usted adquiere una validez particular. Para evitar ser uno más del montón, debe poseer una cualidad o una imagen que lo diferencie de los demás. La sociedad adora a las figuras sobredimensionadas, a los individuos que destacan por encima de la mediocridad general. Por lo tanto, nunca tema las cualidades que lo distinguen y que llamen la atención sobre su persona. El gran científico Thomas Edison sabía que, para recaudar fondos, debía mantenerse a toda costa en la mira del público. Casi tan importante como sus inventos era la forma en que los presentaba al público y atraía la atención: Preparaba experimentos de gran impacto visual y hablaba de inventos futuros que en aquel entonces parecían fantásticos. Baltazar Gracian decía: “Sea ostentoso y hágase ver… Lo que no se ve se considera inexistente… Fue la luz la que en un principio hizo que todo lo creado se manifestara. La ostentación llena muchos blancos, disimula defectos y otorga a todo una segunda vida, en especial cuando la respalda un mérito genuino”.

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Cuando suenen las doce


Alguien dijo: “Año nuevo, vida nueva, lo pasado pisado, lo bueno guardado y lo malo olvidado”. Cierra los ojos y piensa en todo lo que te hizo sonreír en el año que termina y olvídate de lo demás. Atrás quedarán cientos de momentos, historias de disputas, abrazos, risas, alegría y llanto, que vale la pena olvidar. Brinda por las cosas BUENAS que te sucedieron y por las cosas malas que te ayudaron a crecer y ser más FUERTE. Cuando un año está por comenzar significa que va a empezar una nueva etapa en nuestra vida, un periodo en el que podemos comenzar de nuevo. El año viejo se despide dejándonos experiencias a montones y el año nuevo traerá muchas oportunidades recargadas de ilusiones. Cada año que pasa aprendemos algo nuevo, conocemos nuevas personas  y nos separamos de otras. Si quieres un año de prosperidad, siembra trigo. Si quieres diez años de prosperidad siembra árboles frutales. Si quieres una vida de prosperidad, siembra amigos. La riqueza de un humano se mide por la cantidad y calidad de los amigos que tiene. ¡Gracias por ser parte de mi fortuna! La vida es un fragmento de tiempo, lo que sin duda permanece siempre en un bonito recuerdo. Por eso quiero pasar a tu lado construyendo nuevas ilusiones para el año que empieza. Cuando suenen las doce campanadas, cierra los ojos y pide un deseo al Año Nuevo, a esa hora yo hare lo mismo. ¿Mi deseo? ¡Que el tuyo se haga realidad! FELIZ AÑO NUEVO…

viernes, 15 de diciembre de 2017

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Crìa fama...

Montaigne decía que: “Podemos ceder nuestros bienes e incluso nuestra vida a nuestros amigos; pero es muy difícil que alguien acceda a compartir su fama o ceder a alguien su reputación”. Como suele decirse, “Cría fama y échate a dormir”. Y si su fama inspira respeto, logrará eficaces resultados antes de que usted entre en escena o emita una sola palabra. “La fama que parece descansar en la opinión de muchos, decía Baltasar Castiglione, fomenta una cierta creencia inamovible en el valor del hombre, creencia que luego será fácil reforzar en las mentes ya preparadas y predispuestas para ello”. Algunas personas tratan de arruinar la reputación de otras sembrando dudas mediante insidiosos rumores. Lo anterior se convierte en un dilema terrible porque la primera reacción del ofendido es negar los rumores y demostrar que ha sido difamado. Sin embargo, siempre quedará la sombra de la duda: ¿Por qué se defiende tan desesperadamente? ¿Acaso hay un atisbo de verdad en los rumores que procura desmentir? Por otro lado, si se ignoran los rumores, al no ser refutados, se irán fortaleciendo. Nietzsche decía que: “Es más fácil soportar una mala conciencia que una mala reputación”. El buen nombre es un tesoro que debe forjarse y guardarse celosamente. Imagine una mina llena de diamantes y rubíes. Usted buscó el lugar del tesoro, lo excavó y ahora su riqueza está asegurada. Defiéndalo con su vida, si es necesario. Asaltantes y ladrones acecharán en todas partes. Nunca de su riqueza por asegurada, y renuévela constantemente: el tiempo reducirá el brillo de sus joyas ocultándola a la vista. 

¿Oyes lo que oigo?

Dijo el viento de la noche a la ovejita: ¿Ves lo que veo?
¡Hacia arriba en el cielo, corderito! ¿Ves lo que veo?
Una estrella ¡Una estrella, bailando en la noche con una cola tan grande como una cometa!
Dijo el pequeño cordero al pastor: ¿Oyes lo que oigo?
¡Sonando en el cielo, pastor! ¿Oyes lo que oigo?
Una canción ¡Una canción, muy por encima de los árboles con una voz tan grande como el mar!
Dijo el pastor al rey poderoso: ¿Sabe usted lo que yo sé?
En su palacio caliente rey, poderoso ¿Sabe usted lo que yo sé?
Un niño ¡Un niño tiembla en el frío! ¡Vamos a llevarle plata y oro!
Dijo el rey a la gente en todas partes: Escuchen lo que digo: ¡Oren por la paz, la gente en todas partes!  
El Niño ¡El Niño, durmiendo en la noche! ¡Él nos traerá la bondad y la luz!

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La Navidad pasada

La Navidad pasada te di mi corazón, pero al día siguiente tú lo regalaste.
Este año, para ahorrarme las lágrimas, se lo daré a alguien especial.
Gato escaldado, del agua fría huye, mantengo mi distancia,
pero a ti todavía te intereso.
Dime cariño ¿ya no me recuerdas?
bueno, ha pasado un año, tampoco me sorprende.
Feliz Navidad... Te envolví mi corazón y te lo envié
con una nota que decía: Te quiero.
Me trataste mal, ahora lo se ¡Qué loco he sido!
pero si me besas ahora sé que me volverás loco otra vez.
Una habitación abarrotada, amigos con ojos cansados,
me escondo de ti y de tu alma de hielo.
Dios mío, supongo que sólo eras alguien que confió en mí,
adivino que yo sólo fui un hombro donde llorar.
La cara de un amante con el fuego en su corazón,
un hombre en el que refugiarse… pero tú me lanzaste lejos.
Ahora he encontrado el verdadero amor, nunca me volverás loco otra vez.
La cara de un amante con el fuego en su corazón,
un hombre en el que refugiarse pero tú me lanzaste lejos.
Quizás el próximo año yo tenga a alguien, yo tenga a alguien especial. (Wham)

jueves, 14 de diciembre de 2017

Ya verè


En la corte de Luis XIV, los nobles y los ministros pasaban días y noches enteros debatiendo temas de Estado. Consultaban, discutían, hacían y rompían todo tipo de alianzas, y volvían a discutir hasta que al fin llegaba el momento crucial, dos de ellos eran elegidos para presentar al rey las dos posturas opuestas para que luego el soberano optara por una. Una vez elegidas estas personas, abordaban a Luis XIV –siempre de forma delicada y comedida- y cuando este les prestaba atención presentaban el tema en cuestión explayándose sobre las distintas opciones. Luis XIV solía escuchar en silencio, con expresión enigmática. Cuando, ya finalizaba la exposición, los emisarios preguntaban cuál era su opinión, el rey los miraba y les decía: “Ya veré”, y se retiraba. Los ministros y cortesanos no volvían a oírle una palabra más sobre el tema; simplemente veían el resultado, semanas después, cuando el soberano tomaba una decisión y actuaba en consecuencia. Jamás se molestaba en volver a consultarles sobre el asunto. Su famoso “Ya veré” aplicaba a todo tipo de preguntas y pedidos. Nadie sabía con exactitud cuál era su posición ni podía predecir sus reacciones. Nadie podía intentar engañarlo diciéndole lo que creía que él quería oír, ya que nadie sabía que era lo que deseaba oír.