Un carterista aplica la táctica de hacer que el otro venga hacia
El para robarle. ¡Utilizan este método a la perfección! ¿La clave? Saber en qué
bolsillo lleva la billetera. Los carteristas expertos son personas muy agiles
que en cuestión de cinco segundos abren un zíper. Suelen ejercer su oficio en
calles y aceras aglomeradas, principalmente en épocas festivas. Además las
paradas de autobuses son los puntos preferidos por estos hampones. En la mayoría
de estos sitios hay carteles que advierten al público: “CUIDADO CON LOS
CARTERISTAS”. Los transeúntes, al leerlos, automáticamente llevan la mano a la
billetera para asegurarse de que aun está en su sitio. Para un atento
carterista, eso es como pescar con dinamita. Existen casos en que son los
propios carteristas quienes colocan este tipo de carteles, para asegurarse el éxito.
Cuando uno desea cazar un oso cubre la trampa con miel. El cazador de osos no
persigue a su presa. Un oso que se sabe perseguido resulta casi imposible de
atrapar y, en caso de ser acorralado, su ferocidad es increíble. Lo que hace el
cazador es tener trampas cubiertas de miel. No se agota ni arriesga su vida en
la persecución de su presa. Solo pone el cebo y espera.