Gracias, Señor por todo cuanto me diste en el año que termina. Gracias
por los días de sol y los nublados tristes. Por las tardes tranquilas y las
noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad, por las penas y las
alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias, Señor por la sonrisa amable y la mano amiga, por el amor,
y por todo lo hermoso, y por todo lo dulce. Por las flores y las estrellas, por
la existencia de los niños, y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes, las
dificultades, y las lágrimas, por todo lo que me acercó a ti. Gracias por
haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo, y sustento.
Gracias señor. Gracias señor…
¿Qué me traerá el año que empieza? Lo que tú quieras Señor
Pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no
desfallecer, y caridad para amarte cada día más.
Y para hacerte amar de los que me rodean. Dame paciencia, y
humildad, desprendimiento, y generosidad. Dame señor, lo que tú sabes que me
conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente
activas y que me halle siempre dispuesto a hacer, tu santa voluntad.
Derrama, señor tus gracias sobre todos los que amo, y concede tu
paz al mundo entero. Así sea. Gracias Señor. Gracias Señor. Amén. (Arturo
Benavides)