Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. La
mayoría de la gente mantiene oculto los aspectos más cruciales de su carácter:
sus debilidades, sus motivos reales y sus obsesiones. No predecir los
movimientos del otro nos ubica en constante penumbra. Conocer todo acerca de su
competencia le permitirá prever sus deseos. Ese conocimiento previo da una sensación
todo poderosa y clarividente que hace presumir que usted està en todas partes y
que lo sabe todo mucho antes que los demás. Si nadie ve la fuente de donde
extrae la información, usted no podrá ser combatido ¡La idea es ejercer un
cierto grado de control sobre los hechos futuros! Deje que los demás consulten
los horóscopos o lean las cartas de tarot: Usted utiliza medios más concretos
para adivinar el futuro. En un país poblado por hombres con dos ojos, el tercer
ojo le otorga la omnisciencia de un dios. Usted ve más allá que los demás, y ve
el interior de los otros. Nadie está a salvo del tercer ojo salvo usted.
Sun-Tzu decía que: “La razón de que un soberano brillante y un sabio general conquisten
al enemigo adondequiera que vayan, y de que sus logros sobrepasen a los del
hombre común, es su conocimiento previo de la situación del enemigo. Ese “conocimiento
previo” no puede obtenerse de los espíritus ni de los dioses, ni por analogía con
hechos del pasado ni mediante cálculos astrológicos. Siempre debe obtenerse de
hombres que conocen la situación del enemigo: de los espías”.