Jesús dijo: “No hay nada escondido que no esté destinado a
descubrirse, tampoco hay nada oculto que no esté destinado a ser revelado”. ¿El
encargado de realizar esta tarea? El tiempo: Un maestro sabio que te ayuda a
descubrir las mentiras ocultas, las razones mas ciertas y las personas falsas.
Es a través del tiempo que todo sale a la luz. Lo que se hace se paga, y lo
peor es que todo vuelve… Toda mentira y engaño tiene fecha de vencimiento. Al
final todo se descubre y al mismo tiempo la confianza se muere… para siempre.
No hay disfraz que se pueda ocultar por largo tiempo ¡Toda máscara es inútil!
El mentiroso es descubierto y se queda sin respeto ni honor y sus acciones
desleales solo traerán tristeza a quienes le aman. Lo oculto se descubre y se
encubre lo que aparentemente brillaba en el más grande esplendor. La verdad es
incapaz de permanecer en las sombras por siempre. En el tiempo exacto y en el
momento preciso saldrá a la luz y no se podrá encontrar salvación en ninguna
mentira, porque la mentira para ser verdad siempre necesitará de ayuda y por
mucho que corra un engaño, no habrá un lugar donde no llegue la verdad. Por
tanto, la tranquilidad de no tener nada que ocultar ¡No tiene precio!