lunes, 19 de agosto de 2019

Ocúpese

Teresa de Calcuta dijo en una ocasión: “Quien dedica tiempo a mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para andar hurgando en la vida de los demás”. Dicho de otro modo: “Cada cual debe ocuparse únicamente de aquello que entienda o le competa, porque es vergonzoso ocuparse en los asuntos de los demás e ignorar los suyos”. Una mente ocupada, con su alma limpia y su corazón satisfecho, no se meterá jamás en la vida de nadie. El mejor momento de nuestras vidas es cuando no nos interesa la vida de nadie y nos importa un carajo lo que piensen de nosotros. Deja de estar pendiente de un montón de cosas y que no te provoque aclararle a nadie lo que eres. Mientras estés al tanto de “tus asuntos” las dudas ajenas no te deben importar, tampoco si te quieren o no. Ocúpese de sí mismo y haga las cosas que le apasionen. El trabajo nos aleja de tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad y ¡Una mente ocupada no extraña! Cuando te ocupas dejas de andar llorando por tonterías, le das la cara a tus errores y los conviertes en lecciones. El estar ocupado te despreocupa de si te aceptan, si te hablan, o te ignoran. Te da igual si pasas desapercibido ¡Vives más tranquilo! El día que alguien te conozca basado en lo que eras hace un año atrás, esa persona dejó de conocerte porque tu evolución es constante. Entonces preséntate de nuevo ¡Mucho gusto!