viernes, 24 de mayo de 2019

Liderando con excelencia


Es fácil analizar, escudriñar, y hablar acerca de los problemas del mundo. Abundan los criticones, los quejumbrosos y los que siempre se encuentran realizando señalamientos: “¡No puedo creer lo que hacen nuestros funcionarios del gobierno! ¡Nuestras escuelas andan mal! ¡Lo que esta iglesia necesita es...! ¡Si yo fuera el pastor yo haría…!”. Lo que en realidad necesitamos no es solo discutir una situación, ¡sino hacer algo al respecto! A menudo Dios moldea a ciertas personas con características especiales, experiencias y capacitación. Por lo general, estas personas no tienen idea de lo que Dios tiene guardado para ellas. Nehemías se encontraba seguro y próspero como copero del rey persa, Artajerjes y gustosamente dejó la seguridad de su casa y de su trabajo para seguir a Dios en una misión «imposible». ¿Acaso tiene Dios una visión para nosotros? ¿Hay «muros» que necesitan ser reconstruidos hoy? Dios todavía quiere que su pueblo esté unido y capacitado para su obra. Cuando reconocemos que hay profundas necesidades en nuestro mundo, Dios puede darnos la visión y el deseo de «construir». Con esa visión podemos movilizar a la gente a orar y a desarrollar juntos un plan de acción.